—No estoy lleno y no tengo suficiente dinero —dijo Han Xiao.
Ning Xi se quedó sin palabras...
—Veo que tu cuerpo se ha recuperado un poco ahora. —Han Xiao examinó a Ning Xi.
—¿Recuperado?
—¿No caíste en un estado vegetativo? Pensé que nunca te volvería a ver —dijo Han Xiao mientras se limpiaba la grasa de la cara.
—¡Gracias a ti! —Mientras el tipo decía eso, ¡no parecía genuino en absoluto!
—Oh, claro, tengo que devolverte el favor ya que me compraste una comida... Varias personas te están siguiendo. —Han Xiao sonrió mientras miraba a Ning Xi.
—¿Alguien me está siguiendo?
Ning Xi se sorprendió. No se habría dado cuenta si Han Xiao no se lo hubiese dicho.
—Acaban de entrar en la tienda contigo y parecían estar entrenados. Con tu condición corporal tal como está ahora, podrían exprimirte hasta la muerte como a un pollito —dijo Han Xiao de hecho.