Así, aunque Su Hongguang parecía solemne, el alivio lo inundó.
—Esto es un asunto tan importante. Tienes que al menos encontrar una razón válida, pero ¿dónde se ha equivocado Xueluo?
Su Yan apretó los puños junto a su cuerpo.
—No... No es donde Xueluo se ha equivocado. Es por mi culpa. Le debo demasiado a alguien...
Los ojos de Su Hongguang se iluminaron.
—Alguien... ¿Estás hablando de... esa chica, Ning Xi?
Cuando Su Yan escuchó, asintió.
—Padre, usted sabe lo que hay entre Ning Xi y yo lo suficientemente bien. En aquel entonces, sin importar lo que pasara, fui yo quien la traicionó primero, haciendo que se quedara sola después de eso y sufriera tanto. Incluso me acabo de enterar de que el año pasado, todos nosotros la hemos malinterpretado. No era tan despreciable como decían los rumores. Ya sabes, la de ella siendo tomada como amante. Estuvo en un accidente de coche y cayó en coma, quedando postrada en cama durante todo un año...