Por otro lado, Xu Tao había oído vagamente su conversación y casi derramó sangre. ¡Maldita sea! Ese Chen Mian... ¡le faltaba integridad! La forma en que cambió su tono fue...
Ning Xi no esperaba que Chen Mian cambiase de opinión tan rápidamente. Miró su teléfono y su boca se movió.
—Ning Xi, tú misma lo dijiste. Dijiste que me compensarías con otra película, así que te he reservado por adelantado para ser la protagonista de la próxima película. Si la protagonista femenina no es suficiente, entonces puedo programarte para que seas el protagonista masculino también. ¡No puedes faltar a tu palabra! —Chen Mian había estado fingiendo ser todo miserable antes, pero ahora su tono sonaba como si esperase que la película se arruinase.
Ning Xi no pudo evitar reírse.
—¡Lo tengo! ¿Cuándo he roto una promesa contigo?
—Jajaja... ¡Bien! ¡Entonces, iré a aclarar ahora mismo! ¡Sólo espéralo! —contestó vertiginosamente Chen Mian.