La niña, que había estado cantando tranquilamente en el escenario, ya tenía lágrimas cayendo por su cara... En el momento en que la música se detuvo y se volvieron a encender las luces, la niña se inclinó ante todos. Inundados con sus recuerdos de Ning Xi, innumerables pares de ojos inyectados de sangre y las caras llenas de lágrimas de todos la miraron. Entre la multitud, alguien habló y rompió el silencio.
—Los fans de Xi están por todas partes. ¡El hermano Xi es irremplazable!
Ese eslogan familiar de los aficionados de repente despertó algo en los corazones de la gente. De repente, como una gran ola, todos empezaron a gritar juntos.
—Los fans de Xi están por todas partes. ¡El hermano Xi es irremplazable!
—Los fans de Xi están por todas partes. ¡El hermano Xi es irremplazable!
—Los fans de Xi están por todas partes. ¡El hermano Xi es irremplazable!
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