Ning Xi se dio cuenta de que las cosas que Yan Ruyi estaba a punto de decir podían ser muy importantes, por lo que escuchó en silencio.
Yan Ruyi dio un largo suspiro.
—Xiao Xi, en realidad, muchas cosas no son como crees que son. Cuando supimos que a Tingxiao le gustaba una chica y que incluso a Tesorito le gustaba esa chica, el padre de Tingxiao y yo fuimos muy felices hasta que... descubrimos... que eras una actriz...
—Así que, es por mi profesión —murmuró Ning Xi.
Yan Ruyi agitó la cabeza.