El reflejo en los ojos de la niña estaba lleno de sus sombras.
—Y ahora, tengo algo aún más importante que mis sueños.
El corazón del hombre sintió como si hubiera sido golpeado por un gran impacto.
—¿Estás segura?
La chica sonrió dulcemente.
—Mi trabajo está hecho. Sólo quiero estar contigo y con Tesorito ahora.
Si hubiera sido en el pasado, se habría arrepentido de haberse retirado de la cúspide de su carrera, pero al regresar de la muerte, comprendió cuáles eran las cosas más importantes de su vida.
El hombre besó tiernamente la frente de la chica.
—Tesorito y yo siempre te apoyaremos sin importar la decisión que tomes.
El cuerpo de Ning Xi necesitaba descansar más ahora mismo, y volver a su estado anterior era imposible en tan poco tiempo. Le preocupaba que Ning Xi no pudiese aceptar el hecho de que todo el mundo la había olvidado cuando se despertó. No esperaba que la chica le sorprendiera una vez más.