El panecillo estuvo muy adorable hoy. Su cara estaba un poco roja. Además, la forma en que llamó "Abuelo, Abuela" les derritió el corazón. Ellos no dudarían en escoger las estrellas del cielo si él se lo pidiera.
—Tesorito, ¡ven con el abuelo! —La expresión de Lu Chongshan pasó de enfadado a feliz en el instante en que vio a su nieto.
—¡Quiero un abrazo del abuelo! —El pequeño abrió bien los brazos mientras caminaba hacia su abuelo.
Lu Chongshan estaba encantado de tener al pequeño en sus brazos.
—¡Bien, abrazos para ti!
—Abuelo, mi padre viene a recogerme más tarde. Ha pasado mucho tiempo desde que estuve con mi padre, pero no te preocupes. Volveré pronto para acompañarte. ¡No me extrañes demasiado! —El pequeño estaba hablando con su abuelo como si fuera el adulto.
Lu Chongshan se sintió muy contento.
—¡Muy bien, eres un niño tan bueno!
