Meng Zhenhuan se sorprendió cuando escuchó lo que dijo Tang Ye. ¿Qué quiso decir con que lo descubriera él mismo? ¿Podría haber algún problema con él? ¿Alguien de su lado ofendió a ese hombre? ¡¿Cómo es posible?!
Meng Zhenhuan hizo varias otras llamadas. Al final, consiguió una pista. Una de las cabezas de las sedes le insinuó que le preguntara a su hija. ¿Preguntarle a Shiyi? ¿Cómo sabría Shiyi algo de esto? Meng Zhenhuan estaba confundido, pero aun así le pidió que viniera.
—Padre, ¿para qué me necesitas en este momento? ¡¿Por qué interrumpiste mi sueño de belleza?! —Meng Shiyi hizo un gesto impaciente.
—Déjame preguntarte algo. ¿Qué has estado haciendo últimamente? —preguntó Meng Zhenhuan con voz grave.
—¿Qué más puedo hacer? Filmación, compras y tratamientos faciales...
—¿Algo más?
—¡Nada!
—¡Piensa bien! —MengZhenhuan golpeó fuerte sobre la mesa.
