Meng Shiyi corrió hacia el hombre, pero antes de que ella pudiese acercarse a él, dos estrictos guardaespaldas vestidos de negro los separaron fuertemente.
—Hermano Yun…—Meng Shiyi anduvo de puntillas y le miró lastimosamente.
Los ojos gris claro de Yun Shen desnudaron la cara de Meng Shiyi como un viento sobre el polvo, luego se volvió hacia Guo Qisheng y preguntó lentamente:
—Director Guo, ¿estoy actuando como un hermano?
Guo Qisheng primero quedó aturdido, luego instantáneamente pareció incómodo.
—No, no, Presidente Ejecutivo Yun, su papel no ha cambiado. Sigue siendo el que eligió antes como padre de Yun Huang, no el hermano...
Cuando esas palabras salieron a la luz, los espectadores estallaron de repente en carcajadas. ¡Resulta que ni siquiera la conocía! Los ojos de Meng Shiyi se abrieron de par en par al instante, horrorizada. ¡No esperaba que Yun Shen no le diera ningún reconocimiento en medio de sus vigilantes ojos!
