Ya estaba probado que la caja no era montada, pero Lu Jingli tenía un par de manos mágicas. No importa el número que escogiera su hermano, podía cambiarlo por el número de Xiao Xi Xi sin que nadie lo viera...
¡Era mucho mejor que YiXudong!
No era la primera vez que Lu Jingli hacía eso, así que Lu Tingxiao también lo sabía. Cuando Lu Jingli estaba a punto de demostrar sus habilidades, su hermano había elegido el número de Ning Xi por su cuenta.
¡Hermano, qué suerte! Hasta el cielo le está ayudando. ¡Eso es totalmente injusto! Lu Jingli tenía lágrimas invisibles en la cara mientras miraba el número en el pequeño trozo de papel.
—El número que su querido jefe escogió es…¡el número 166! Por favor, ¡denle la bienvenida a nuestra afortunada dama esta noche!
La cámara se movió entre la multitud y buscó el número 166... LingZhizhi estaba estupefacta. ¡Era Ning Xi! Xiao Tao estaba saltando felizmente.
—¡Ah! ¡Hermano Xi! ¡Eres tú!