En el apartamento.
—¡Subiré entonces, buenas noches!
Ning Xi estaba a punto de bajar del coche cuando Lu Tingxiao de repente se acercó y le sostuvo el brazo suavemente, parándola. —Dilo de nuevo.
—¿Eh? ¿Decir qué? —Ning Xi miró confundida.
—Las palabras que le dijiste a Zhuang Keer antes —Lu Tingxiao la miró fijamente, sus fríos ojos de lago parecían tambalearse con señales de estrellas y llamas.
—¿Qué le dije a Zhuang Keer antes? —Ning Xi parpadeó, fingiendo no entender.
—Zhuang Keer dijo que te intimidaré. ¿Cuál fue tu respuesta? —dijo Lu Tingxiao mientras la luz de las estrellas en sus ojos se convertía lentamente en un mar...
—Oh... Eso…—Ning Xi se frotó la barbilla y fingió recordar, entonces dijo—: Gracias, pero no te preocupes, no me intimidará...
—¿Y?
—¿Ni maltratar ni forzar?
—¿Y?
—¿Dispuesta?
Lu Tingxiao frunció los labios, obviamente descontento de no haber oído lo que quería.
