Ning Xi se quedó fuera de la entrada por cortesía.
Sólo ahora Zhuang Keer y Zhuang Liaoyuan se fijaron en ella. Ahora estaba vestida con un traje de mujer, así que no la reconocieron y Zhuang Liaoyuan se sorprendió cuando la vio.
Cuando Zhuang Zongren vio a Ning Xi, se arrepintió de haberla olvidado por completo. —Keer, ¡rápido lleva a esta dama arriba para una ducha caliente y dale una muda de ropa! Acabo de sufrir un ataque al corazón junto al mar y mi medicina cayó al mar. Ella valientemente saltó y lo recogió para mí, ¡incluso trayéndome de vuelta aquí!
Luego miró a Zhuang Rongguang, que aún estaba en el suelo. —¡Si no fuera por ella, ni siquiera estaría aquí vivo!
Zhuang Keer estaba lleno de gratitud. —¡Ya veo! Estoy muy agradecida, ¡gracias! ¡Rápido, sígame arriba para una ducha!
Ning Xi respondió: —Está bien, puedo volver y cambiarme.
—¡Podrías agarrar un resfriado! ¡Tu ropa mojada tiene que cambiarse ahora!
