Lu Jingli la contempló con incredulidad. —¿Qué has dicho?
—¡Ayúdame a salir con una chica! —Ning Xi repitió.
—Hermano, ¡la cuñada está interesada en una chica! Y hasta quería que la enganchara con una. Hermano, ven rápido —gritó inmediatamente el protector Lu Jingli al jardín de al lado.
Los ojos de Ning Xi se abrieron de par en par. —¡Maldita sea! Lu Jingli, ¿por qué gritas? ¿Desde cuándo te pedí que me engancharas con chicas?
—¡Tú misma lo dijiste! —Lu Jiingli se entusiasmó con su sentido de la rectitud.
—¡Dios... Dios mío! Estoy diciendo que quiero que me ayudes a engancharme… Puf, espera no, quiero decir que tú...
Lu Jingli corrió tan rápido como una flecha hacia la cerca y gritó: —Hermano, hermano, hermano, está saliendo con chicas a tus espaldas otra vez. Esta vez, incluso me pidió que la ayudara. ¡Obviamente, la rechacé y vine a reportarte a ti de inmediato!
Ning Xi se quedó sin palabras. ¿Por qué no te evaporas?