—Mi esposa está en sus manos.
Cuando oyó las palabras de Lu Tingxiao, el ministro exclamó: —¿Qué? ¡La audacia de esta gente!
Lu Tingxiao era uno de los inversores más importantes de Estados Unidos y tenía una estrecha relación con el gobierno estadounidense. Ahora que su esposa fue secuestrada dentro de las fronteras de Estados Unidos, si algo sucediera, las consecuencias serían...
Sin embargo, la situación en Filadelfia era complicada. Un solo movimiento causaría una gran explosión. Sólo faltaba medio año para las próximas elecciones y sólo quería centrarse en ser político durante los próximos seis meses sin querer atribuirse el mérito de nada más. ¿Quién hubiera esperado que algo así pasara?
Lu Tingxiao comprendió naturalmente sus preocupaciones y aseguró: —No se preocupe, señor Ministro, haré todo lo que esté en mis manos para resolver el asunto de forma pacífica.