Proveniente de una familia adinerada, nunca había enfrentado ningún obstáculo desde que era joven. Nunca tuvo nada que deseara en particular, porque mientras lo mencionara, sería suyo. Eso le llevó a desarrollar una personalidad que ni luchaba ni pedía nada. La vida, para él, parecía ser algo que le era indiferente.
Su existencia en ese mundo se sentía como una identidad de un forastero. Hasta la aparición de Ning Xi... Y su aparición cinco años después...
Había destrozado completamente esa capa que lo disociaba del mundo. Le hizo anhelar algo por primera vez. Precisamente porque era demasiado precioso, sintió una intensa desesperación cuando lo perdió.
Había pensado que en esa vida, ya no había nada más que quisiera.