Al mismo tiempo, en una tienda que vende artículos de lujo frente al Tesoro de Jade.
—Maestro Mo… Maestro Mo…¿Aún quiere esta camisa? —preguntó el dueño de la tienda cuidadosamente.
El hombre al que le estaba preguntando se veía muy guapo, vestido con un traje informal. Tenía una mano en el bolsillo mientras miraba para ver la conmoción en la tienda de enfrente. —Aparte de los pocos que elegí, ¡consígueme cualquier otra cosa que creas que quede bien!
—¡Muy bien! Maestro Mo, le traeré la factura ahora. ¿Se lo envío a su dirección como siempre? —preguntó el dueño con alegría.
—Mmm, ¡envíalo! —Mo Lingtian le contestó sin entusiasmo y continuó mirando hacia el Tesoro de Jade.
Luego sacó su teléfono para hacer una llamada.
—¿Sí? —respondió al otro lado de la línea en su habitual tono frío.