¡Jesús!
¿Qué acababan de ver?
¿Qué es lo que acaban de oír?
¡Fueron sorprendidos con la guardia baja por esa dulce pareja!
¡Ese repentino amor conyugal!
En ese instante, todos se volvieron para mirar a Cheng Feng al mismo tiempo. Parecía que se iba a convertir en un frenesí...
—¡¿Estamos a punto de tener una Señora Jefa?!
—¡Puf! ¡Asistente Cheng, no eres leal ahora! ¿Cómo pudiste ocultarnos un secreto tan grande? ¡Y ni siquiera filtrar un poco!
—¡Hiciste que todos nos cagáramos en los pantalones!
—Hace un momento, el jefe de repente dijo que nos estaba dando un incremento, sólo porque la jefa nos felicitó por ser muy trabajadores, ¿no es así? ¡Al jefe nunca le ha gustado que trabajemos horas extras!
—¡Debe serlo!
[…]
Cheng Feng puso los ojos en blanco, ¡hasta él se estaba cagando en los pantalones!