Su Yan se derrumbó escaleras abajo y condujo sin rumbo fijo por las concurridas calles. En lo único en lo que podía pensar era en ese día, cuando Ning Xi había cubierto la herida de Ning Xueluo y había pedido ayuda, y cómo él la había apartado bruscamente...
Acerca de cómo Ning Xi había sido terca en el hospital, negándose a bajar la cabeza ante las acusaciones injustas del Sr. y la Sra. Ning.
Acerca de todas esas palabras hirientes y acusatorias que le había enviado, palabra por palabra, frase por frase.
Después del incidente, no había considerado ni por un segundo quedarse al lado de Ning Xi y escuchar su explicación. Se había dicho a sí mismo que la trataría como a su propia hermana pequeña aunque ya no estuvieran en una relación, pero la había estado lastimando todo este tiempo.
Xueluo lo tenía a él, a sus padres amorosos, a la compañía y a sus admiradores...