—¿Qué quieres saber? —preguntó Ning Xi mientras inclinaba la cabeza.
¿Era sólo por qué ella le gustaba mucho que sin importar lo que haga a él le parecía tierno? Lu Tingxiao no podía evitar acariciarle la cabeza con amor.
—¿Te gustan los diamantes? —preguntó.
¿Ah? Ning Xi no se esperaba que él pregunte algo tan extraño así de golpe.
—¿Por qué preguntas?
—Hoy es tu cumpleaños, Tesorito me ayudo a elegir un regalo para ti. Parece que eligió diamantes. Lo estoy ayudando en caso de que no te gusten —Lu Tingxiao respondió con naturalidad.
—Así que es así... —dijo Ning Xi, y se rascó la cabeza—, bueno se supone que los diamantes son los mejores amigos de una chica, ¿no es así? Pero sólo es mi cumpleaños y él es tan sólo un niño, no debería regalarme algo tan costoso, así que diré que no. ¡Algo hecho a mano sería mejor!