Hasta el día de hoy, todavía había gente que bromeaba acerca de cómo la hija de Ning Yaohua había bebido el agua de limón para lavarse las manos, y cómo había llevado ropa falsificada a un banquete. Si la gente se enterara del incidente de aquel entonces, ¿todavía le quedaría algo de dignidad a la familia Ning?
Ante las palabras de Ning Yaohua, Ning Xi palideció.
Esa noche, ese extraño, ese bebé muerto. Todo eso era su punto débil.
Ese año, la familia Ning había permanecido en silencio por temor a la vergüenza, y Ning Xueluo también se mantuvo callada por temor a ser expuesta. De todos modos, era su pesadilla más oscura.
—Te estoy dando una opción, permitiendo que te vayas en tus propios términos, pero si te niegas a hacerlo, entonces no me culpes por no reconocer nuestra relación padre-hija.
—Oh, así que todavía hay una relación padre-hija entre nosotros...