Al final, todos terminaron la jornada tristemente. Después del arrebato de Jia Qingqing, el director dejó de filmar durante dos días para que ella se recompusiera. Cuando Ning Xi estaba a punto de irse después de haberse quitado el maquillaje, Ning Xueluo entró sin que ella se diera cuenta y se cruzó de brazos mientras miraba a Ning Xi y decía:
—Ning Xi, ¡nunca supe que eras tan intrigante!
—¿Eh? ¿Lo soy? —dijo Ning Xi y miró con una media sonrisa la herida en el brazo de Ning Xueluo, donde Jia Qingqing la había arañado. Luego parpadeó, con una mirada inocente en su rostro—. Pensé que tenías un buen ojo y realmente sabías cómo elegir a tu aliada.
—Tú…—dijo Ning Xueluo apretando los dientes, su pecho le dolía por tanta ira.
¿Cómo iba a saber ella que Jia Qingqing podía ser tan ingenua? Ya había tantos rumores sucios sobre Ning Xi, pero gracias Jia Qingqing pudo limpiarlos. Tanto que la actitud de todos hacia Ning Xi estaba empezando a cambiar.
