Sun Jin le había enseñado personalmente la técnica de crecimiento que practicaba. Cada vez que se encontraba con un problema en su crecimiento, SunJin siempre intervenía personalmente para guiarlo. Esta fue también la razón por la que estaba muy agradecido con la otra parte, y se sintió profundamente culpable de haberlo avergonzado. Esa fue también una de las principales razones por las que finalmente decidió poner fin a su vida.
Sin embargo, ¿por qué la otra parte lo negaba ahora?
—¡Tonterías! —Sun Jin se tiró de las mangas y gruñó fríamente—. No eres mi discípulo directo, ni siquiera mi alumno, eres un mero aprendiz. ¿Quién te crees que eres para que te imparta una técnica de crecimiento e incluso te guíe personalmente?
—Yo…—El cuerpo de Song Zhen tembló de incredulidad. Quería gritar que lo que había dicho era la verdad y que no estaba mintiendo. Sin embargo, no pudo encontrar ninguna manera de refutar las palabras de la otra parte.
