James entonces comenzó a explicar la situación a las hermanas, siendo honesto con todo lo que había pasado, aunque realmente era poco.
"Haber sí entiendo, me dices que apareciste en un campo de flores, sin acordarte de gran cosa más que tú nombre y edad, y después de caminar por un rato te topaste con un enorme tigre de pelaje gris y enormes alas negras con una cola de escorpión que chocó contigo, pero no logró matarte, y luego saliste huyendo hasta estrellarte contra el Árbol de Néctar, ¿Es eso todo?"
"Sí." – dijo James que se encontraba sentado en el suelo, mientras Akane se encontraba en pie y Yui estaba sentado sobre el árbol partido.
"¡Hermana!" – Akane volteó a ver a Yui. – "En serio crees en lo que este loco está diciendo."
"No estoy mintiendo." – dijo James algo ofendido. – "En serio, ¿Cuál es tú problema conmigo?"
"¿Mi problema contigo?" – respondió con una pregunta Akane.
"Sí, en serio he sido honesto con ustedes, lo siento por lo del árbol, pero yo tampoco entiendo como sucedió esto, solo quería escapar de tal bestia."
"Hm, ya desde allí sé que mientes."
"¿Por qué lo dices?"
"La bestia de la que escapaste según tú, no es realmente una bestia, sino una Bestia Mágica, y no solo eso, sino un Tigre Celestial, una poderosa bestia mágica que solo puede ser vencida por Guerreros Celestiales." – dijo Akane. – "No solo eso, sino que me dices que tal bestia no solo no logró matarte al embestir contra ti, sino que, al escapar, corriste tan rápido que te estrechaste contra el Árbol de Néctar, un árbol que según se dice es más duro que un árbol normal, en serio piensas que creeré en tales palabras tuyas."
"Pero es la verdad." – dijo mientras se levantaba del suelo. "No les he mentido en nada de lo que he dicho, sí así lo deseas, os puedo llevar hasta donde ese 'Tigre Celestial' se encuentra."
"Debes de estar loco, solo un idiota o alguien que busca la muerte va hacia donde un Tigre Celestial se encuentra." – dijo Akane en tono de burla. – "Y no solo eso, estoy segura de que solo dices tales palabras para llevarnos a un lugar por el que podrás escapar, hm, no soy una idiota que caerá en una trampa tan fácil."
"Pero no es una trampa, en serio Akane."
"¡No digas mi nombre!" – dijo Akane enojada. – "En que momento os he permitido que me llames por mi nombre."
"¡Hey!" – James levantó sus dos manos al ver a Akane volver desenvainar su catana. – "Solo dije tú nombre, no es motivo para que saques esa arma."
"¡Hm!" – Akane volvió a envainar su catana. – "No me llames por mi nombre, no deseo que un mentiroso ensucie mis oídos al decir mi honorable nombre."
"¡Pero! ¿Qué debo hacer para que creáis en mí?" – James ya se encontraba cansado de no hacer entender a Akane de que decía la verdad, y ahora que se ponía a pensar en lo sucedido, no podía creer en lo que había sucedido desde que apareció en ese campo de flores.
'En serio, como demonios logre correr tan rápido… ¿Qué sucede con mi cuerpo? ¿Acaso siempre fui tan veloz?' – pensó el joven. – 'Demonios, desearía poder recordar… ¿Por qué he olvidado todo? ¿Qué me sucedió?"
"No debes hacer nada, solo acompañarnos para que te arresten por tú crimen." – dijo Akane, pero en ese momento, su hermana se levantó y se acercó a James.
"Te creo."
"¿Eh?"
"¿Hermana?"
"Akane, no hace falta que digas más, él ha sido completamente honesto con nosotras."
"¡¿Pero…?"
"Déjame terminar de hablar." – dijo Yui que miraba seriamente a su hermana. – "Acaso no escuchaste bien lo que él dijo."
"¿Qué cosa?"
"Un enorme tigre con pelaje gris, enormes alas negras y una cola de escorpión." – dijo Yui, repitiendo las palabras de James.
"¿Y?" – Akane no entendía lo que Yui trataba de decir, lo que hizo que Yui suspirara de cansancio al tener que explicarle a su querida hermana lo que no entendía, mientras que Akane ponía una cara de confusión al realmente no saber lo que su hermana trataba de decirle.