La Seducción de la Corona
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Él es su salvación. Ella, su perdición. Sin embargo, se niega a dejarla ir...
Mineah, la Princesa más joven de Ebodia, fue maldecida al nacer para permanecer inmaculada y traer desgracia a los que la rodean. Esta profecía se cierne sobre ella como una nube oscura, creciendo cada año que no se cumple.
Existe en rumores susurrados como una figura lastimera: frágil, sumisa, indeseable. Debajo de esa máscara se encuentra una zorra fuerte y feroz digna de ser reina. Y esta posible reina ha puesto sus ojos en romper su maldición, incluso si eso significa engañar al vampiro más astuto que jamás haya nacido.
Nikolai, aunque recluso y enigmático, es reverenciado por el Reino de Valcrez como un gobernante sabio y poderoso. Sin que sus leales súbditos lo sepan, su imagen de perfección es una red de mentiras que, si se expone, puede hacer que su reino y todo lo que aprecian se derrumbe bajo sus pies.
Cuando estos dos encuentran sus caminos cruzados en una alianza matrimonial, comienza el juego de la Seducción de la Corona. Pero, ¿quién es el cazador y quién es la presa?
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Extracto:
—¿Por qué te estás desnudando frente a mí? —preguntó con el ceño fruncido, haciendo poco por ocultar la irritación en su voz—. ¡Su objetivo era capturar solo su corazón, no todo su cuerpo!
—¿No se me permite tomar un baño con mi esposa? —respondió con tono frío—. Pedí a propósito una bañera grande para estar seguro de que los dos cabríamos en ella juntos.
Ella suspiró, sin apartar la mirada de él mientras recuperaba la compostura. Al verlo sonreír con suficiencia, se obligó a sentirse cómoda mientras él hablaba.
—Así está mejor. Dijiste tú misma que nadie te obligó a casarte conmigo. En cambio, te ofreciste y te ofreciste voluntariamente para hacerlo, así que espero que tengas la seguridad suficiente para compartir un baño con tu marido —afirmó con confianza Nikolai—. Después de todo, pronto haremos más que solo esto.
Descarado...
Evitando rodar los ojos, logró darle una sonrisa mientras decía:
—No me culpes si luego mueres por mi culpa.
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Nota: La portada del libro fue encargada y es propiedad del autor. Por favor, no la utilice!