Crónicas Abismales
En la parte norte del mundo, una batalla prolongada entre varias razas y la raza demoníaca finalmente ha llegado a su fin. La Señora de los Demonios, una figura de cabello negro y ojos rojos, gobierna desde su palacio de obsidiana, habiendo derrotado repetidamente a la Diosa, el ser más fuerte del mundo. Sin embargo, se abstiene de matarla, sabiendo que solo renacerá para liderar otro ataque.
Mientras la diosa se arrodilla ante ella, gravemente herida e indefensa, los sonidos de explosiones resuenan en el exterior, señalando la inminente victoria de la alianza. A pesar de su inmenso poder, la señora de los demonios reconoce la debilidad general de los demonios en comparación con los humanos y la Alianza. El desarrollo de la energía de combate y el mana ha permitido que los humanos ordinarios luchen contra los demonios, llevando a la derrota del ejército demoníaco.
Consciente de la intención de la Alianza de esclavizar al demonio abisal, la Señora de los Demonios decide lanzar un hechizo prohibido que le costará la vida. A medida que las fuerzas de la Alianza asaltan el palacio, dudan al sentir la energía del hechizo. La Señora de los Demonios jura resistir y renacer para salvar a su pueblo.
Mientras tanto, la diosa reflexiona sobre el trato pasado de la señora de los demonios hacia ella y reconoce su respeto y dedicación a su pueblo. Mientras la señora de los demonios se prepara para lanzar el hechizo, la diosa pregunta si puede abandonar su plan y vivir libremente. Sin embargo, las señoras de los demonios están obligadas por su deber a restaurar la gloria de la raza demoníaca y proteger a su pueblo.
Entendiendo la determinación de la señora de los demonios, la diosa prepara su espada, con la intención de enfrentarse al hechizo prohibido de la señora de los demonios. La explosión resultante crea una nube en forma de hongo, marcando el final del conflicto y el comienzo de una nueva era. La Señora de los Demonios y la Diosa se convierten en figuras históricas, y sus historias son contadas ocasionalmente.