Lágrima
«Cuando la diosa está hecha de gente muerta»
Hay una ciudad en un continente. La ciudad se llama Serena, su diosa, Shele'hast. Todos creen en ella, nadie tiene permitido dejar de hacerlo.
—¡Es su diosa, no la mía! —Se queja un niño con fuego en las venas.
—Hermana, ¿dónde está Orentzia? —Pregunta la princesita, rodeada de mariposas.
El niño de fuego ve a la diosa, se parece a Orentzia. Está muerta.
Al mismo tiempo, los cantos legendarios circulan entre nobles y plebeyos. Cuentan la historia de un continente contiguo, ya desaparecido, poblado por gigantes elementalistas que se devoraron entre sí tras acabar con los humanos.
Sin embargo, solo son mitos para que los pequeños coman verduras sin rechistar.
O eso asegura una compañía de artistas ambulantes cuyo líder tiene agua y viento en lugar de sangre.