Hilo en el Equilibrio entre Destino y Libre Albedrío
En los albores de la existencia, cuando el tiempo no era más que un susurro en la eternidad, una vida nacía con un propósito ineludible mientras otra se desvanecía, como la última chispa de un fuego agonizante en la penumbra.
En el corazón de la disformidad, donde las fronteras de la realidad titilan con la energía del cosmos, deidades etéreas tejían su dominio. A través de las fisuras que quebraban el tejido de la existencia, esas entidades de energía pura otorgaban dones a unos pocos. Para algunos, esa gracia resultaba en un gran poder; para otros, una condena de la que nunca podrían escapar.
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Un joven, cuyas memorias han sido devoradas por el vacío, despierta en el umbral de su destino. Sin pasado que lo guíe ni futuro que lo reconforte, su única certeza es una carga abrumadora: un mandato que lo persigue desde el primer susurro de su conciencia. Salvar vidas a costa de la suya propia, ser la herramienta de fuerzas más allá de su control o romper las cadenas que lo atan a ese camino y encontrar algo aún más valioso: la libertad de elegir.
En el horizonte de su mente, la disyuntiva lo devora. ¿Aceptar la servidumbre glorificada o buscar un destino forjado por su propia voluntad?
Pero no está solo en este tormento. Hay alguien más, una figura cuya esencia reverbera en la suya. Ella. Conoce su dolor, lo siente en cada respiración y él, en sus momentos más vulnerables, escucha los susurros de su alma. En esa conexión prohibida, comparten algo más que un vínculo; comparten su destino. ¿Es un lazo de traición o de lealtad? Su dolor la deleita, como si cada herida que él soporta fuera también una prueba que ella está decidida a que él supere. Él, en cambio, se debate entre el deseo ardiente de escapar y la responsabilidad abrumadora de su misión. Y, aún así, a pesar de las heridas que la vida le ha infligido, ella encuentra un retorcido placer en su tormento.
A cada paso, el joven descubre los fragmentos rotos de su propio ser en el mundo que lo rodea. Las emociones crudas de las almas con las que cruza su camino lo desarman, lo sacuden. Las bellezas resplandecientes de su mundo ocultan horrores indescifrables, y en las sombras, algo más antiguo y oscuro lo observa, esperando. Cada interacción lo empuja a cuestionarse más, a redefinir lo que significa vivir, amar, o incluso morir.
Y en medio de este caos, una verdad emerge: al final de todo, tendrá que decidir. ¿Ser el salvador o el rebelde?
