Persecución implacable después del divorcio
Cuando la pura flor de loto la provocó, ella la abofeteó al instante —No es más que un par de zapatos desgastados. Si los quieres tan desesperadamente, tómalos y úsalos.
El Presidente Jones irrumpió con una cara descarada —Esposa, aunque sean zapatos desgastados, solo dejaría que tú los llevaras.
¡Lárgate!
...
【Un hombre, una mujer】Hace cuatro años, ella se fue furiosa con el bollito en el horno. Cuatro años más tarde
—Tío, he notado que tu cara tiene un aspecto sombrío, parece que tienes demasiado calor en el hígado. Es obvio que te falta una esposa. ¿Quieres conocer a mi mami?
El presidente, que se mantenía alejado de las mujeres, observando a su mini-yo, intensificó su mirada. Inmediatamente empacó a la madre y al hijo, y los llevó de vuelta a casa, los mimó hasta el punto de molestar a todos.
Alguien preguntó —Presidente Jones, ¿no es esto un poco irrazonable?
El presidente sonrió con frialdad —¿Esperas que sea razonable al complacer a mi esposa?
Esta es una historia sobre un Presidente Jones dominante y autoritario, y desmesurado en mimar a su esposa.