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The Untamed Lan Zhan Carrying Wei Ying

La Chica Afortunada de la Granja

Tras morir inesperadamente, renació como una niña pequeña de diez años en una antigua familia agrícola, con apenas unas pocas habitaciones en su casa y aún menos acres de tierra, sin mencionar una casa llena de ancianos, débiles, enfermos y discapacitados. Afortunadamente, los mayores de la familia eran amables y honestos, sus hermanos cariñosos y de buen corazón, y los vecinos armoniosos y amistosos. Para Yang Mengchen, que había sufrido el tormento de sus parientes y soportado todo tipo de burlas y regaños desde que era joven, esto era realmente una bendición del cielo. Para sostener a la familia que amaba, asumió resueltamente la pesada responsabilidad de mantenerlos. Si ella, una CEO corporativa moderna que una vez dominó el mundo empresarial, no podía alimentar a una familia, entonces ¿quién podría? Recetas farmacéuticas, construir invernaderos, abrir tiendas... No solo su familia comenzó a vivir una vida cómoda y próspera, sino que también lideró a los pueblos circundantes en la creación de un magnífico escenario pastoral. Con dinero y fama, al crecer, Yang Mengchen decidió que era hora de elegir esposo, y así, jóvenes talentos de todo el mundo comenzaron a acudir a ella. ¿Quién sabía que un dios de la muerte de rostro sombrío estaría bloqueando la entrada al hogar de la familia Yang? —Eres demasiado alto, eres demasiado bajo, eres demasiado gordo, eres demasiado delgado, eres demasiado oscuro, eres demasiado pálido, eres inculto, eres engañoso y astuto... ¡Todos eliminados! —exclamó Yang Mengchen. En un momento, la entrada estaba vacía, y Yang Mengchen se enfureció instantáneamente: —Príncipe, has ahuyentado a todos. ¿Cómo se supone que elija un esposo ahora? —preguntó. —Me gustaría ver quién se atreve a casarse contigo. ¡No me importaría enviarlo al Inframundo como un novio! —respondió el Príncipe. Yang Mengchen... Un cierto Príncipe contaba sus méritos con los dedos: —Tengo poder, prestigio y sustancia, sin concubinas, sin amores secretos, sin correrías — Encarno los estándares de las tres obediencias y las cuatro virtudes de un esposo... En resumen, solo yo, este incomparable buen hombre, soy digno de ti —afirmó. Los guardias: —Oh sabio y valiente Príncipe, ¿es realmente bueno ser tan deficiente en tu papel de esposo? —preguntaron ellos.
Lan Shao · 66.2K Views

The Lucky Farm Girl

After dying unexpectedly, she was reborn as a ten-year-old little girl in an ancient farming family, with barely a few rooms in her house and even fewer acres of land, not to mention a household of the old, weak, sick, and disabled. Fortunately, the elders in the family were kind and honest, her brothers loving and good-natured, and the neighbors harmonious and friendly. For Yang Mengchen, who had suffered from her relatives' torment and endured all sorts of mockery and scolding since she was young, this was truly a blessing from heaven. To support the family she loved, she resolutely took on the heavy responsibility of providing for them. If she, a modern corporate CEO who had once dominated the business world, couldn't feed a family, then who could? Pharmaceutical recipes, building greenhouses, opening storefronts... Not only did her family start living a comfortable and prosperous life, but she also led the surrounding villages in creating a magnificent pastoral scene! With money and fame, as she grew up, Yang Mengchen decided it was time to choose a husband, and thus, young talents from around the world began to flock to her. Who knew a grim-faced god of death would be blocking the entrance to the Yang family's home? "You're too tall, you're too short, you're too fat, you're too skinny, you're too dark, you're too pale, you're uneducated, you're deceitful and sly... All eliminated!" In a moment, the entrance was empty, and Yang Mengchen was instantly furious, "Prince, you've driven everyone away. How am I supposed to choose a husband now?" "I would like to see who dares to marry you. I wouldn't mind sending him to the Underworld as a groom!" Yang Mengchen... A certain Prince counted his merits on his fingers: "I have power, prestige, and substance, no concubines, no secret love affairs, no gallivanting— I embody the standards of a husband's three obediences and four virtues... In short, only I, this unparalleled good man, am worthy of you!" The guards: Oh wise and valiant Prince, is it really good to be so lacking in your role as a husband?
Lan Shao · 1.2M Views
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