El tirano me engañó
Parye quien es una traductora de novelas. Sale en su día libre con sus compañeros de la editorial, tomando asi hasta altas hora de la noche. Uno de sus compañeros le dice que si termino de corregir uno de los libros que le envío su superior. Ella al no leer el email, corrió como si su vida dependiera de ello. Llega a su casa. habré su laptop, y sale un destello de luz. Derepente se encuentra en el desierto. Y con una nueva apariencia. Ella creé que es un sueño, al punto en que piensa que sus amigos le metieron unas pastillas alucinógenas en su bebida. Tras negarse varias veces a ese hecho. Aparecen tres hombre en el medio de la nada.
-Angel
Ella nunca antes había visto a un hombre tan hermoso.
Parye agradeció a las pastillas alucinógenas, y a sus amigos.
'Aprovechemos'
En eso ella lo abraza con todas sus fuerzas y empieza a olfatearlo.
-Mi angel~ Si realmente esto es un sueño o una ilusión, no quiero que despertar.
Su majestad, el emperador, quien es conocido por ser cruel y despiadado, estaba siendo tomado a la fuerza por una jovencita.
Su olor varonil la atraía tanto que esté le dijo.
-Con que angel, no me queda bien. Pero solo si tú lo dices, estára bien.
En eso ella se desmaya.
Ella no sabía que toda su vida ya había cambiado, está era su realidad ahora, las palabras de su majestad le pensarían en un futuro.
"Interesante"
Dijo mientras se quedaba viendo el pálido rostro de la joven damisela que se tendió entre sus brazos.
-Entonces la dam-
-Dije que me la llevaría, ¿hay alguien que impida llevarme lo que quiero?
¿Un emperador dominante terminara siendo dominado, o es ella quien será dominada?