Plaga de Hierro
Principios del siglo XX. 1903. Progreso tecnológico. Bicicletas, coches y cine. Las monarquías europeas tejen sus intrigas. Estados Unidos construye sus primeros rascacielos. Algunos ya sugieren que la humanidad se enfrenta a décadas difíciles: países e imperios inevitablemente se enfrentarán en una lucha por colonias, recursos y dominio. Y ahora, dentro de unos quince años, todas estas personas, desde el ministro hasta el vendedor, tendrán que aprender qué son las computadoras, la inteligencia artificial, las cámaras de videovigilancia, los misiles de defensa aérea y los bombardeos convencionales. ¿Cómo fue posible que el Tercer Reich y otros imperios que ni siquiera habían surgido fueran relegados sin contemplaciones a un segundo plano de la historia, la no historia, por la nuca, como si fueran unos vagabundos? ¿Y cómo, si no, enseñar al campesino de ayer a manejar una computadora para apuntar un nuevo obús? ¿De dónde salió este disparate? ¿Qué ocurrió, en definitiva? ¿Acaso una invasión del futuro esclavizó a todos o algo así? No, eso no. Lean el cuento "La Plaga de Hierro".