ecos de la sangre prohibida
En un mundo donde un niño con un poder inimaginable está destinado a cambiarlo todo.
Wú Jīn, un inmortal cuya misión siempre ha sido obedecer los mandatos de los Custodios, se enfrenta al dilema más difícil de su existencia: su propio hijo, un ser mitad inmortal y mitad dios, nace con una energía tan desbordante que amenaza con destruir el equilibrio de los universos.
Cuando los Custodios se acercan para capturar al niño y a los padres de otro ser igual de poderoso, mitad demonio y mitad dios, Wú Jīn y Tiān Wū deben tomar una decisión desgarradora.
Sellarán los poderes de ambos niños y los enviarán a un mundo lejano, donde puedan vivir a salvo de la persecución... al menos por un tiempo.
Pero este sacrificio no está exento de consecuencias.
"¡Su energía no deja de aumentar!", gritó Tiān Wū mientras el suelo bajo sus pies se agrietaba.
Wú Jīn, con la mirada fija en su hijo recién nacido, respondió:
"Si no lo sellamos ahora, los Custodios lo encontrarán... y no habrá escape."
Del otro lado de la barrera, Mo Ying que apenas podía mantenerse en pie.
Miró a Tiān Di, su esposo, y susurró con desesperación:
"Nuestro hijo... si los Custodios llegan aquí, lo destruirán.
No podemos permitirlo."
Dos niños en una noche que sacude los cimientos del universo: uno, mitad dios y mitad inmortal; el otro, mitad dios y mitad demonio.
Sus existencias desatan un poder tan inmenso que los Custodios, guardianes del equilibrio, los consideran una amenaza.
En un acto desesperado, sus padres sellan sus poderes y los envían a un lugar lejos de su alcance, sacrificándolo todo para protegerlos.
Sin embargo, el costo de protegerlos es alto.
Los padres son capturados, y los niños, con sus poderes sellados, deben crecer en un mundo donde su herencia permanece oculta.
Pero ¿por cuánto tiempo se puede contener el destino?
