Los Ciclos del Destino
En un universo vasto y despiadado, donde los clanes interestelares gobernaban con puño de hierro, el Clan Veylith se alzaba como una fuerza imparable. Su líder, Kaelion, era venerado como un conquistador sin igual, su ambición solo igualada por su astucia.
Fue en las ruinas olvidadas de un mundo prohibido donde Kaelion, gravemente herido tras un enfrentamiento, encontró a una mujer enigmática. Sin nombre, sin pasado aparente, poseía conocimientos de medicina y energía que desafiaban incluso las leyes universales. Ella lo salvó, no por poder ni gloria, sino por compasión. En los días que siguieron, su conexión floreció en algo más profundo, y de ese vínculo nació un niño.
El clan celebró al heredero como un prodigio, pero a sus espaldas, los ancianos despreciaban la unión. La madre, una figura humilde y desconocida, fue relegada a las sombras. Solo ella conocía la verdad: su linaje era más antiguo, más poderoso que el de los mismos Veylith.
Kaelion, a pesar de su aparente amor, la mantuvo cerca por interés, pues en su sangre veía un medio para consolidar su poder. La mujer sabía esto, pero decidió quedarse por el niño, su único faro en un mundo de oscuridad.
En una noche fatídica, cuando las estrellas mismas parecían temblar, su sacrificio marcaría el inicio de una tragedia que resonaría a través de los eones.