Zorok tierra del olvido sin ley
Tierra del Olvido sin Ley
En un mundo arrasado por el abandono de Dios, las leyes de la humanidad han desaparecido y el caos gobierna. La tierra desolada y gobernada por facciones y fuerzas místicas, parece un lugar sin esperanza.
Tras descubrir el abandono de Dios, la humanidad no tardó en derrumbarse bajo su propio peso. Ya no había mandamientos ni profetas, ni temor al juicio ni esperanza de redención. El cielo, antes faro de moral y consuelo, se tornó un abismo mudo. Y con el silencio divino llegó la anarquía.
Sin ley ni piedad, el mundo se fragmentó en tierras desoladas donde el caos es la única ley y la esperanza, un mito olvidado. Las antiguas civilizaciones, alguna vez guiadas por principios sagrados, se disolvieron en un mar de guerras destructivas, hambre insaciable y oscuridad espiritual. El orden colapsó. La justicia fue reemplazada por fuerza bruta, y la verdad por superstición. En los rincones más oscuros, entidades colosales (encerradas durante eras por los pactos divinos) despertaron y caminaron nuevamente entre los hombres.
Lo que queda ahora son facciones enfrentadas, cultos profanos, criaturas olvidadas y una tierra viva que castiga tanto al inocente como al culpable. Las antiguas biblias fueron quemadas, los templos profanados, y la fe reemplazada por el filo de la espada y la sed de poder.
En medio de este paisaje roto y sin redención camina Zorok, un joven guerrero forjado en el fuego de la pérdida y la batalla. No conoce otra vida que la del combate. Cada día es una lucha por no morir; cada noche, una guerra interna contra los recuerdos, la culpa y el vacío. Sin una causa, sin fe, sin futuro, su existencia es una cadena de sangre, acero y silencio.
Pero cuando el eco de una profecía olvidada comienza a despertar (una que habla de un guerrero que no será ni santo ni demonio, sino juicio encarnado) Zorok empieza a percibir que su vida, rota y desprovista de propósito, podría ser parte de algo mayor. Algo que trascienda la destrucción.
Con enemigos colosales, aliados inciertos y dioses caídos que aún susurran desde las sombras, Zorok deberá decidir si será simplemente otro espectro en la historia... o la chispa final que encenderá la rebelión contra el olvido divino.
Porque aunque los dioses se hayan ido… la última palabra aún no ha sido escrita.
