Las cadenas de Dante
La leyenda cuenta que cuando un alma se separa de su mundo de origen, el destino teje hilos invisibles que la conducen a un nuevo lugar, tan desconocido como peligroso. Así comienza la travesía de Dante, un joven que despierta encadenado en una mina subterránea, sin comprender cómo ha llegado allí ni por qué su cuerpo infantil luce marcas de esclavitud.
En este misterioso reino, cada individuo recibe una clase mágica al llegar a la edad apropiada. Pero Dante, siendo un “transmigrado”, no solo tendrá la oportunidad de elegir —un privilegio que no existe en este lugar—, sino que su elección podría cambiarlo todo: con la Clase Secreta “Evolución Infinita”, descubrirá un poder tan inmenso como impredecible.
Con el Sistema Kronos marcando cada uno de sus pasos y los capataces de la mina hostigando su frágil cuerpo, Dante deberá aprender a sobrevivir en medio de la crueldad y la codicia que imperan en las profundidades. Su fuerza residirá en la determinación de hacerse dueño de su propio destino.
¿Qué secretos esconde el Sistema Kronos? ¿Qué implicaciones conlleva poseer una clase que ningún habitante de este mundo ha visto jamás? Acompaña a Dante en la forja de su libertad, donde el precio de cada decisión será mayor a cada paso que dé. El camino no será sencillo, pero de las sombras de la esclavitud podría surgir la fuerza para conquistar lo imposible.
Con el Sistema Kronos marcando cada uno de sus pasos y los capataces de la mina hostigando su frágil cuerpo, Dante deberá aprender a sobrevivir en medio de la crueldad y la codicia que imperan en las profundidades. Su fuerza residirá en la determinación de hacerse dueño de su propio destino.
¿Qué secretos esconde el Sistema Kronos? ¿Qué implicaciones conlleva poseer una clase que ningún habitante de este mundo ha visto jamás? Acompaña a Dante en la forja de su libertad, donde el precio de cada decisión será mayor a cada paso que dé. El camino no será sencillo, pero de las sombras de la esclavitud podría surgir la fuerza para conquistar lo imposible.
