Download Chereads APP
Chereads App StoreGoogle Play
Chereads

Buenas Noches De Invierno

Una Noche Salvaje

Lucinda Perry, una solitaria adicta al trabajo, se promete a sí misma desmadrarse en su vigésimo quinto cumpleaños e incluso tener una aventura de una noche si obtiene la tan merecida promoción en su trabajo. A pocos días de su vigésimo quinto cumpleaños, es ascendida no solo a una posición más alta, sino también a la oficina central en otra ciudad. Al tener que pasar su noche de cumpleaños en una nueva ciudad, va al club donde se encuentra con un atractivo desconocido, Tomás Hank, quien se ofrece a ser su aventura de una noche después de ver su lista de atrevidas metas, que incluía tener una aventura de una noche. Tomás Hank, después de haber sido utilizado por varias mujeres en el pasado, está decidido a conseguir a la mujer de sus sueños que lo amaría por sí mismo y no por su dinero. Así que cuando conoce a la adorable e ingenua Lucinda Perry en el club, decide ocultarle su verdadera identidad y averiguar si valía la pena mantenerla. ***Extracto*** ¿Qué puede ser más entretenido que un personaje secundario loco? Saluden a Sonia y Bryan. El corazón de Sonia dejó de latir por un segundo, y luego diferentes pensamientos comenzaron a volar por su cabeza al mismo tiempo. ¿Bryan Hank? ¿Su amor platónico estaba de rodillas frente a ella y le pedía que fuera su esposa? ¿La estaba confundiendo con otra persona? ¿Era posible que esto fuera una broma, o tal vez se trataba de una de esas bromas de celebridades y había cámaras alrededor esperando capturarla haciendo el tonto? ¿O tal vez estaba soñando? Sonia se preguntó mientras miraba a su alrededor, pero lo único que vio fueron curiosos mirones. —¡Por favor! Sé mi esposa y hazme el hombre más feliz del mundo —dijo en un tono de voz muy fuerte que atrajo la atención de todos. Su editor, al que había estado esperando durante más de una hora porque estaba tratando de cerrar un acuerdo con un productor de cine interesado en una de sus historias, apareció en ese momento. —Sonia, ¿conoces a Bryan Hank? —preguntó su editor realmente sorprendido al ver la escena ante él. Parecía que había pasado una hora desde que Bryan se arrodilló, pero sólo había pasado un minuto. Bryan sabía que ninguna mujer estaría lo suficientemente loca como para aceptar una propuesta de matrimonio tan descabellada, y aunque hubiera alguna que lo estuviera, pagarle y cancelar todo sería fácil ya que lo único que él quería era el escándalo que podría resultar de esto. Los titulares iban a ser sobre su propuesta de matrimonio rechazada o sobre su supuesto compromiso, lo cual sería suficiente para quitar a Sophia del medio. —¡Sí! —dijo Sonia mientras movía la cabeza emocionada y extendía su dedo para que él le pusiera el anillo. —¿Sí? —preguntó Bryan confuso al escuchar su respuesta. —¡Sí! Seré tu esposa y te convertiré en el hombre más feliz del mundo! —dijo Sonia con una risita y movió los dedos hasta que Bryan deslizó el anillo en su dedo. Sorprendentemente, el anillo era de su tamaño exacto y se ajustaba a su dedo como si hubiera sido hecho sólo para ella. Aplausos estallaron a su alrededor cuando Sonia se levantó con una gran sonrisa en su rostro y abrazó a Bryan antes de besarlo directamente en los labios. Bryan estaba un poco desconcertado por su atrevimiento, pero rápidamente se recuperó ya que él era el que había comenzado el juego y debía seguir la corriente. Después de todo, él había sido quien se había acercado a ella en primer lugar. Así que cuando ella intentó romper el beso, él sostuvo su barbilla y mordisqueó lentamente su labio inferior antes de separar sus labios con la lengua y chuparla de manera sugerente, provocando un gemido de Sonia. Sonia se sentía mareada. Esto era demasiado bueno para ser verdad. Tenía que ser un sueño. ¿De qué otra manera podría explicar que un momento antes estaba sentada en el vestíbulo de un hotel esperando a su editor y al siguiente estar comprometida con su amor platónico y besándolo en público?
Miss_Behaviour · 1M Views

La bendición de Neris

La muerte recorría su muñeca, rastros de sangre aún por sus uñas. Nadie podía negarlo, estaba huyendo. Su vestimenta representaba poder, un hombre de posición y habilidad. Su rostro el de un soldado, cansado de la guerra y rencoroso con lo que le obligaron a crear. Aún así, no era un hombre, no era un soldado, ni siquiera un héroe. Era un niño, un crío en el cuerpo de un hombre que debió afrontar la guerra y ser la llave para terminarla. Todo culminando en la deserción de lo que creó, y sobre todo a su título de héroe. Ahora en camino a un nuevo hogar, un nuevo inicio. Confiado en su habilidad para sobrevivir, la magia en su cuerpo ansiando salir para provocar emoción, tratando de mostrarse al mundo y ser reconocida. Pero no podía mostrarla, no otra vez. Quién podría saber lo que le harían si vuelve a revelarla otra vez. Ella muy diferente a su compañero. Un rostro sin alguna preocupación o temor de lo que le esperaba. Su informe sin rango pero sus habilidades pulidas como nunca. Apretaba el torso de su compañero con amor, sin querer volver a soltarlo. Su largo cabello bailando con el viento y su sonrisa tan cálida como el dragón que montaba. Su vestimenta formal no encajaba con ninguna escama de su montura, su cuerpo lleno de historia pero oculto por la tela. Si el mundo pudiera recibir una pizca del amor que le entrega a él quizás no habría tanto sufrimiento, quizás tanto dolor se pudo haber evitado si ella lo hubiera recibido de niña una sola vez. Pero, ¿Quién la culparía? ¿Quién podría sobrevivir a ella una vez se le acusa por lo que ocurrió en Iera? Nadie. Nadie. Ambos huyendo. Él tratando de olvidar. Ella alejándose de su nación. Pero Neris no será su paraíso, y no sería su escondite. La guerra no era única de Iera. El sufrimiento no pararía fuera de su continente. Y Iera no era fácil de olvidar, no podías alejarte de su agarre. Él jamás podrá escapar de la nobleza pues se atraen sin control. Y jamás podrá olvidar con su compañera a su lado. Ella jamás podrá encontrar un momento donde alguien no querrá usar su habilidad. Y jamás podrá lograr que él tenga paz.
Sylies · 10.2K Views
Related Topics
More