Criaturas de nadie
Hay cosas que están destinadas a permanecer ocultas. Secretos enterrados bajo el peso de corporaciones demasiado poderosas, aquellos que sonríen en los noticieros mientras fabrican monstruos en la oscuridad.
Yo nunca fui de los que preguntaban demasiado. Vivía en la superficie de un mundo brillante, sin saber que, bajo mis pies, las sombras respiraban.
Hasta que apareció ella o, mejor dicho, hasta que el "experimento RHI5", una anomalía, una creación que incluso sus propios amos temían nombrar en voz alta, una rareza nacida de la arrogancia humana... decidió romper la calma ilusoria que creía real.
Habían construido imperios sobre cadáveres y criaturas imposibles. Controlaban la información, maquillaban las desapariciones, reescribían las verdades. Para el mundo, esos seres no existían. Para ellos, solo eran armas.
Yo no era parte hasta que lo sentí respirando en mi cabeza, un dolor sordo que crecía día tras día. Una voz que se filtraba en mis sueños, arrastrándome hacia un abismo... No fue una elección, nunca debí cruzarme en su camino, pero el misterio tiene un lenguaje propio. Y ella... ella era la encarnación de todo lo prohibido, no sé exactamente qué era lo que me inquietaba más: su presencia, su silencio, o la forma en que las sombras parecían inclinarse a su paso.
No había dulzura en ella, no había rastro de inocencia, solo esa energía densa, oscura. Yo, que siempre supe cómo manejar cualquier situación, descubrí que no tenía herramientas contra aquello que ni siquiera sus creadores pudieron encerrar, porque no hay jaula que retenga a una sombra cuando esta decide moverse. Y ahora, me reclamaba como suyo.
¿Qué sucede cuando una creación que nunca debió existir comienza a hacerle frente a las fuerzas que la crearon?
Buscan eliminarla.