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requiem de cenizas

Boneyuwu
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Synopsis
John Smith nunca quiso salvar el mundo, solo enriquecerse con él. Con un ego tan grande como su ambición, se alzó entre los héroes no por justicia, sino por oro y aplausos. En su mente, cada compañero era un recurso desechable, cada misión, una oportunidad para alimentar su leyenda. ¿Talento innato? Tal vez. ¿O solo un sistema que aún no le había presentado la factura? Pero en un mundo donde el poder no lo es todo, un susurro antiguo, apenas un parpadeo del destino, comenzará a resquebrajar su gloria. A veces, caer no es el castigo… sino el verdadero inicio.
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Chapter 1 - 4 inútiles menos

Dentro de una mazmorra húmeda y mal iluminada, cinco aventureros luchaban en perfecta descoordinación. Un joven de cabello blanco y ojos rojos bloqueaba los mazazos de una criatura gigantesca con un escudo casi tan grande como él, cubriendo su cuerpo desde las rodillas hasta los hombros. El monstruo, una bestia de aspecto similar a un minotauro, lo duplicaba en tamaño. Cada golpe era una prueba de resistencia, y John Smith, el tanque del grupo, lo sabía.

Mientras mantenía la atención de la bestia, un hombre delgado, de piel oscura y cabello negro, se deslizaba entre las sombras como una daga viva. Su nombre era Kairo. Atacaba con precisión las piernas del monstruo, dejando dagas clavadas en puntos clave, buscando reducir su movilidad.

A unos metros, un mago de cabello azul y ojos verdes recitaba un hechizo con ambas manos extendidas hacia la criatura. La energía mágica crepitaba en el aire. Cerca de él, una arquera de cabello dorado e iris violetas tensaba su arco, murmurando un encantamiento sobre una flecha que absorbía maná. Su objetivo era simple: sellar el uso de habilidades del monstruo.

Sin embargo, antes de que la flecha pudiera ser liberada, el monstruo liberó su último aliento de maná en un golpe devastador. John no reaccionó a tiempo. El crujido de sus huesos resonó por toda la cámara cuando el mazo lo estrelló contra una pared.

Una sanadora de cabello verde y piel canela corrió hacia él, recitando con urgencia un conjuro de curación. John, al recobrar el aliento, apretó los dientes con furia. Pero antes de que pudiera pronunciar alguna palabra, el mago disparó un rayo azul que atravesó el cráneo del monstruo entre los ojos, dejándolo caer con un estruendo seco.

John se levantó tambaleante y dirigió una mirada cargada de desprecio a la arquera.

«¡Maldita sea, María! Siempre es la misma mierda. ¿Puedes lanzar eso antes? No es agradable estar al borde de la muerte por culpa de una inutilidad.»

María lo miró sin cambiar su expresión.

«John, creo que el único inutil aquí eres tú. ¿Cómo no pudiste bloquear eso?»

John dio un paso amenazante hacia ella, su expresión era de ira. Pero María mantuvo la calma, con los brazos cruzados, entonces, el mago, Oliver, lo abrazó por la espalda intentando contenerlo.

«Vamos, John. No es para tanto. Ganamos, eso es lo importante.»

John lo empujó ligeramente y lo fulminó con la mirada.

«¿No es para tanto? ¿Estás de su lado ahora? ¿Acaso esa mujersuela te importa más que tu amigo?»

Oliver suspiró, sin alterarse.

«Vamos, cálmate. Esta vez yo invito la cena.»

En ese momento, Kairo, el ninja, apareció con una sonrisa y un pergamino en la mano.

«Creo que esto te pondrá de buen humor, John. ¡Una habilidad para clase tanque!»

John tomó el pergamino y lo utilizo.

(Al menos)

«Está bien. Pero solo porque me dieron esto.»

Inquebrantable

Durante 5 segundos, puedes atacar sin consumir estamina. Mientras esté activa, obtienes +1 punto de especialidad en ataque.

John sonrió para sí mismo mientras activaba el pergamino.

(Al fin sirve estar con este grupo de idiotas. Pero estoy harto. Esta noche les diré todas sus verdades.)

De regreso en el pueblo, el grupo reía y conversaba animadamente. Todos menos John. Incluso cuando lo felicitaban, él apenas asentía. En la taberna, se sentaron alrededor de una mesa redonda. John estaba flanqueado por la sanadora y Kairo, con María y Oliver al frente. Terminó de comer, dejó los cubiertos y se puso de pie.

«Saben... creo que me voy del grupo. Estoy harto de todos ustedes. Oliver, siempre te pones del lado de la perra de María»

Señaló a Kairo.

«Tú, eres tan malditamente inúctil. ¿No puedes apuntar a un punto vital al menos una vez?»

Luego indicó a la sanadora.

«A ti sí te soporto. Eres la única que compensa la estupidez de los otros tres.»

Tiró unas monedas sobre la mesa y salió sin mirar atrás. En la calle, sonrió con desdén.

(Esos imbéciles están perdidos sin mí. Solo me retrasaban.)

Pasaron los días. John se adentraba solo en mazmorras de bajo nivel. Al alcanzar el nivel 60, arrojó su espada desgastada al suelo y pisoteó su escudo hasta romperlo.

«¡Ni una maldita cosa útil han soltado estas asquerosas mazmorras!»

Con el amanecer en el horizonte, regresó al pueblo y se hospedó en la primera posada que encontró. Al llegar a la habitación, se quitó la armadura hecha trizas y golpeó la pared.

Acostado en la cama, abrió su panel de sistema:

John Smith

Nivel: 60

Ataque: 180 (3)

Ataque total:540

Defensa: 180 (3)

Defensa total:540

Agilidad: 180 (1)

Agilidad total:180

Mana: 180 (1)

Mana total:180

Estamina: 180 (3)

Estamina:540

Habilidades: Inquebrantable, Muralla

Muralla

Durante 10 segundos, no puedes ser empujado y obtienes +0.5 de especialidad temporal en Defensa, pero no puedes moverte del lugar.

«Habilidades como "Muralla" no me servirán estando solo. Necesito otro grupo... que no sea tan estúpido.»

Despertó por la tarde, fue a la herrería.

«¿Cuánto cuesta reparar esto? Y además una espada y un escudo.»

El herrero lo miró de arriba abajo.

«La armadura, una de oro. Espada y escudo, tengo desde diez de cobre hasta cinco de plata cada uno.»

John abrió su bolsa y frunció el ceño.

«¿Algo decente por cinco de plata en total?»

El herrero volvió con una espada y escudo simples de hierro.

«Gracias.»

Pagó y salió rumbo al gremio. Entró con una sonrisa forzada y se acercó al mostrador.

«Hola, querida. ¿Algún grupo que necesite un tanque?»

La recepcionista le mostró algunas hojas. El grupo más fuerte tenía un mago nivel 22,una sanadora nivel 21,un ninja de nivel 20 y una arquera de nivel 21.

(Mejor que nada...)

John oculta su decepción pero aún así es ligeramente notoria, rápidamente pone su rostro lo más alegré posible y su tono es alegre fingiendo emoción

«¡Avísales que ya tienen un tanque!»