La Guerra del Silencio
la guerra entre todos los países que existen en ese momento en la Tierra por recursos, comenzó en 2200 su intensidad no tuvo precedentes, irónicamente en los años siguientes se hicieron muchos avances tecnológicos tanto que si de alguna forma se hubiera detenido la guerra la humanidad podría haber recuperado el planeta.
Año 2247 La Tierra agonizaba. Las Guerras de Recursos habían convertido los océanos en ácido, los bosques en ceniza y el cielo en un manto tóxico. Los últimos humanos se refugiaban en Búnkeres-Arca , ciudades subterráneas donde la luz artificial reemplazaba al sol. Entre ellos, dos científicos brillantes: Dra. Elara Vance (bioingeniera) y Dr. Kael Torin (geólogo) esposos. Hacían experimentos y pocos exámenes éticos y ortodoxos desarrolaron el Proyecto Génesis II .
—Los datos son claros, Kael —Elara señaló un holograma de la atmósfera, teñida de rojo sangre—. La terraformación tardará 200 años en hacer el aire respirable... pero las bombas de neutrones caerán en seis meses.
Kael apretó el puño. En la pantalla, un mapa mostraba "Torres de Purificación" distribuidas por el planeta: máquinas gigantes que liberaban nanobots para reparar ecosistemas. Eran lentas, imparablemente lentas.
—Tenemos las muestras —murmuró él, mirando las seis cápsulas criogénicas—. Los embriones hibridos estan listos. Sobrevivirán donde nosotros no.
el Proyecto Génesis II no buscaba salvar a los humanos del todo. Buscaba reemplazarlos:
"Vyrthan": Base genética : Humanos + ADN de tardígrados extremófilos. Adaptación: Piel mineralizada (resistente a radiación), metabolismo basado en silicatos. Objetivo: Habitar montañas y desiertos radiactivos.
"Kaelis": Base genética: Humanos + ADN de tiburones duende (fósiles de aguas termales abisales). Adaptación: Regeneración tisular acelerada, tolerancia a presiones y temperaturas extremas. Objetivo: Colonizar océanos tóxicos y fallas geotérmicas.
"Sylthari": Base genética: Humanos + líquenes Chronomyces luminaris (organismos simbióticos de Chernóbil). Adaptación: Fotosíntesis cutánea, comunicación química mediante feromonas bioluminiscentes. Objetivo: Reforestar zonas devastadas.
—No son humanos —susurró Elara, observando los embriones—. Son la única oración fúnebre que merece este mundo.
La guerra llegaba al punto final, la doctora Elara Vance se encontraba por iniciar la faceta final del proyecto. El plan era simple:
ºCongelar a los científicos y embriones en la Cripta Criogénica Antártica .
ºProgramar el despertar en 2.000 años (tiempo estimado para que las Torres de Purificación sanaran el planeta).
ºEntrenar a las especies mediante IA.
Pero la guerra aceleró todo. Cuando los misiles nucleares alcanzaron el búnker, Elara y Kael activaron la criogenia de emergencia... 1,500 años antes de lo previsto .
El último sonido fue la voz de la IA:
"Criogenia iniciada. Reanudación en: 3,747 dC"
—¡El sistema está dañado! —gritó Kael mientras el hielo sellaba su cámara—. ¡Despertaremos en la mitad del proceso!
Tierra Salvaje (Año 3747)
El panorama había cambiado demasiado en la Tierra: con las Torres de Purificación: Gigantes oxidados que aún liberaban nanobots. Habían convertido desiertos en junglas metálicas y yeguas en lodo alcalino. o la Fauna mutante con Depredadores de silicio: Arañas que tejen redes de fibra óptica. y Ballenas de asfalto: Seres que navegaban mares de petróleo solidificado. entre muchas otras
Incuso el clima con sus Tormentas de ácido sulfúrico o nieve negra. (son unos pocos ejemplos)
En este mundo tan extraño las especies despiertan :
Vyrthan (12 individuos): Salen de cápsulas rotas en una montaña magnética . Sus pieles grises brillan bajo relámpagos verdes.
Primera acción: Usan piedras imantadas para crear herramientas.
Kaelis (9 personas): Emerge en un océano de metano congelado. Escamas doradas, ojos sin párpados.
Primera acción: Cazan un "gusano de escoria" derritiendo hielo con sus manos calientes.
Sylthari (15 individuos): Despiertan en un bosque de hongos fosforescentes. Piel verde musgo, cabello como raíces.
Primera acción: Tocan los hongos y reciben visiones de la guerra humana.
La IA del proyecto ("Gaia") solo sobrevivió en fragmentos. Sus mensajes, distorsionados por radiación, llegaban como susurros:
Fragmento para Vyrthan:
"Reparar... Torres... Control climático..."
Fragmento para Kaelis:
"Excavar... Núcleo... Energía..."
Fragmento para Sylthari:
"Purificar... Semilla... Gaia..."
Ninguna especie entendería su propósito. Peor aún no sabían que eran hermanas. hijos del mismo acto desesperado.
En la Cripta Antártica, las cámaras de Elara y Kael se abrieron prematuramente. El hielo se resquebrajó, revelando cuerpos cubiertos de escarcha negra.
—¿Kael? —toser Elara, escupiendo sangre criogenizada—. ¿Cuanto tiempo...?
Su esposo yacía muerto, su traje perforado por un cable rebelde. Fuera, el viento aullaba sobre tundra radioactiva. El mapa de su muñeca mostraba Torres activas en un 47% .
Entonces, vio las cápsulas vacías.
—Los niños... —susurró, cayendo de rodillas—. Sobrevivieron.
Una sombra se cernió sobre ella: un ave mecánica hecha de chatarra, descendiendo para atacar. Elara tomó el diario de Kael, manchado de hielo y óxido, y escribió una última línea:
"Si lees esto, hijas e hijos del fracaso: buscad las Torres. Terminad lo que empezamos."
El grito del ave fue lo último que escuchó.