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guía para entender a tu novio hombre lobo

🇦🇷Ivana_Piet
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Synopsis
Sally, una joven apasionada por los libros y lo paranormal, lleva una vida tranquila en su biblioteca favorita, donde disfruta investigar sobre fenómenos extraños. Un día, se encuentra con un chico misterioso que parece estar siempre en la sección de lo paranormal. Intrigada por él, Hana intenta acercarse y entablar una amistad, pero el chico siempre se escapa sin dejar rastro. Un día, después de un encuentro fugaz, Hana regresa a su hogar solo para encontrar un perro Malamut en su puerta, un enigma que parece estar conectado con el extraño joven. A partir de ese momento, comienza a descubrir secretos que podrían cambiar su vida para siempre, enfrentándose a un misterio mucho más grande de lo que imaginaba.
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Chapter 1 - el chico sexy

Sally estaba aburrida en la biblioteca universitaria. Había conseguido ese trabajo para costear sus estudios, pero, si era sincera, era un embole total. Lo único que valía la pena era la sección paranormal de la universidad. Pensaba mientras ojeaba la revista de moda que había dejado su compañera del otro turno, la tiró hacia un lado y suspiro.

Se levantó y acomodó su pantalón estiró sus piernas y comenzó a caminar entre las estanterías, guardando los libros que dejaban por ahí tirados. No entendía por qué a la gente le costaba tanto ordenarlos, pensaba la chica texana mientras revisaba si había algún rezagado. Sabía que muchas parejas se escondían entre los estantes para tener sexo, pero por suerte, no había nadie.

Siguió su camino en silencio hasta llegar a su sector preferido: el sector paranormal. Nadie sospecharía que ella era una friki de las películas de terror, sobre todo porque su apariencia no lo delataba. Con su cabello rosado, un suéter largo oversize para tapar su cuerpo curvy y unos jeans anchos que la hacían ver más gordita de lo que era, pensaba que nadie la notaría. 'Eso me protegerá', reflexionaba mientras caminaba en silencio. Pero, de repente, vio una sombra.

Ella se acercó y vio a un hermoso chico de piel blanca, vestido con una chaqueta negra, una remera oscura y unos jeans rotos. Con solo verlo, quedó flechada, como un estúpido cliché de novela. Ahí estaba Sally Rodríguez, sintiendo un flechazo por un desconocido.

— Hola, ¿necesitas algo? —dijo ella. El chico la miró y salió corriendo.— ¡Hey, espera! — grito mirando como corría y suspiró cuando no lo vio más —¿Tan fea soy que lo asuste? — mirando el pasillo volviendo sus actividades.

A la mañana siguiente, se peinó y se maquilló un poco, esperando verse bien. Su compañera de cuarto la miró con una ceja levantada, pero no dijo nada. Si era raro que ella haga algo tan feminino pero quería verse bien ese maldito la había tocado su orgullo.

Sally esperó el horario de cierre, con la esperanza de que ese chico lindo apareciera.

Los minutos se volvieron horas y horas, si era sincera no esperaba que volviera. Tal vez era muy tímido o gay… Con su suerte seguro que lo era. Ya empezaba a arrepentirse, cuando lo vio de nuevo.

— Hey, hola, me llamo Sally. ¿Puedo ayudarte en algo? —Dijo con una sonrisa. Pero el joven, otra vez, se escapo—¡Pero la puta que lo parió! —exclamó Sally.

Durante toda la semana, comenzó a seguirlo como si fuera Pucca detrás de Garu. No quería parecer una acosadora , pero el viernes decidió dejarlo en paz…Aunque su curiosidad seguía creciendo. Solo quería preguntarle por qué siempre se escapaba y qué hacía en ese sector de la biblioteca al que nadie iba, excepto una friki como ella.

El viernes sería el último día que era el gato persiguiendo al ratón sexy. se armó de valor. Decidió que, si él volvía a aparecer, no lo dejaría escapar sin obtener al menos una respuesta. Esa noche, mientras la biblioteca estaba casi vacía y el silencio reinaba, Sally se escondió entre las estanterías de la sección paranormal, fingiendo organizar libros.

Por fin, lo vio. Él apareció con la misma chaqueta negra, caminando con pasos ligeros como si no quisiera ser visto. Sally lo observó desde su escondite, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza.

—¡Ya basta! —murmuró para sí misma y salió de detrás de la estantería.—¡Hey! —le llamó, poniéndose en su camino antes de que él pudiera huir. Esta vez no lo dejaría escapar tan fácilmente.

El chico se detuvo en seco, con los ojos abiertos como si lo hubieran atrapado en medio de un crimen. Sally se dio cuenta de que, de cerca, era aún más guapo. Tenía ojos oscuros y profundos que parecían ocultar mil secretos.

—¿Por qué siempre huyes? —le preguntó ella, cruzando los brazos para aparentar más seguridad de la que sentía.

Él la miró en silencio, como si estuviera evaluando si podía confiar en ella. Finalmente, murmuró algo que Sally apenas alcanzó a escuchar.

—No deberías estar aquí—

—¿Qué? —preguntó ella, frunciendo el ceño.

El chico negó con la cabeza y, como siempre, intentó escapar, pero esta vez Sally fue más rápida.

—¡Espera! —le agarró el brazo. Fue entonces cuando lo sintió: su piel estaba fría, mucho más fría de lo que debería estar.

El chico la miró, serio y un poco asustado.

—No sabes en qué te estás metiendo, Sally—

Ella parpadeó, sorprendida.

—¿Cómo sabes mi nombre?—

El chico no respondió. Solo se soltó de su agarre y salió corriendo, dejándola sola entre las sombras de la biblioteca.

Sally se quedó allí, con más preguntas que respuestas.