Parte 1
El comedor de Seisen era tan avanzado como todo lo demás en la academia.
En lugar de largas filas con bandejas, varios módulos holográficos proyectaban los menús disponibles, permitiendo a los estudiantes seleccionar sus platillos con un simple toque.
En una mesa apartada del resto, Touma intentaba almorzar con tranquilidad mientas recibía un sermón de Hina.
—¿¡Tienes idea de lo que hiciste, Touma!? —exclamó Hina, golpeando la mesa con dramatismo.
Touma, con el rostro apoyado en su mano y una bandeja con un almuerzo energético frente a él, suspiró con pesadez.
—Sí… sobreviví. Apenas.
—¡No me refiero a eso! ¿Cómo terminaste en un combate contra Akari!?
Jake, que estaba sentado frente a ellos, casi escupe su bebida al escuchar el nombre.
—¿Espera, espera, espera… peleaste contra Tsubasa Akari?
Touma movió su tenedor en la ensalada sin ganas, con una expresión de puro agotamiento.
—Sí… agradécele a tu instructor de mi parte.
Jake soltó una carcajada estruendosa y le dio una palmada en la espalda con tanta fuerza que casi lo hace caer sobre su plato.
—¡JAJAJA! Así que fue gracias a Valverde. Pero mira el lado positivo… ¡Sobreviviste a la fiera de la División de Combate y sigues aquí para contarlo!
Hina bufó con fastidio, cruzándose de brazos.
—¡Eso no es algo de lo que debas enorgullecerte!
Touma levantó la mirada con curiosidad.
—¿Tan conocida es?
Jake asintió con entusiasmo.
—Por supuesto. Es una de las combatientes con mejor rendimiento en Seisen. Aunque no tiene un título oficial, la mayoría la ve como la futura capitana de la División de Combate.
Hina suspiró y lo miró con seriedad.
—Deberías tener cuidado la próxima vez. Quién sabe si no es peligrosa…
Antes de que Touma pudiera responder, una bandeja se colocó junto a él, y de un brinco, Akari se sentó con ellos.
—¿De qué hablan? ¿Quién es peligrosa? ¿El queso? ¿Los refrescos de cola? Oh, oh, ya sé… ¿las bebidas energizantes?
El silencio en la mesa se hizo absoluto, mientras Akari comenzaba a comer su pasta con una energía desbordante.
—Adoro la comida italiana. —sus mejillas se sonrojaron ligeramente, disfrutando cada bocado.
Jake sonrió divertido.
—Akari, justo estábamos hablando de tu duelo con Kisaragi.
—¿Verdad que fue sorprendente? —preguntó ella, mirando a Touma con brillo en los ojos.
—A decir verdad, sí… todavía me duele el cuerpo.
Hina seguía mirándola con seriedad, sin bajar la guardia.
—No puedes simplemente venir y sentarte como si nada.
Akari la miró y ladeó la cabeza con curiosidad.
—¿Ah, no? Pero si a Touma y a Jake no les molesta, ¿verdad? —dijo con una sonrisa, mirando a ambos.
Jake asintió sin pensarlo, mientras Touma solo suspiró resignado y dio un leve asentimiento.
—Además… —continuó Akari, señalando a Hina con sus palillos—. Aún no me has dicho tu nombre. Es de mala educación no presentarse.
Hina chasqueó la lengua con molestia.
—¡Tch! Mira quién lo dice.
Golpeó la mesa con la palma de la mano, haciendo que algunos cubiertos vibraran.
—No es necesario golpear la mesa. —una voz femenina, refinada y con un acento británico impecable, resonó a su lado—. Eso solo muestra tu falta de modales y etiqueta. Muy poco femenino, si me lo preguntas.
Todos se quedaron en completo silencio, aún más perplejos que antes.
Hina se giró lentamente, con una expresión de incredulidad absoluta.
—Es la rara de segundo año… —murmuró Hina, aún sorprendida.
Shizuki la ignoró con absoluta elegancia, como si su comentario no mereciera respuesta.
Sin inmutarse, cortó un pedazo de carne con precisión y comenzó a comer junto con sus verduras, sin prestar atención al ambiente a su alrededor.
Touma, viendo el ambiente incómodo, decidió intervenir antes de que las cosas se volvieran aún más raras.
—Les presento a Shizuki Tokisaka, estudiante becada de Inglaterra, segundo año en la División de Investigación.
—Mucho gusto. —dijeron todos casi al unísono, con un tono más neutral de lo habitual.
Había algo en la presencia de Shizuki que parecía intimidar a los demás.
Incluso Jake, normalmente el más relajado del grupo, se limitó a asentir con una sonrisa más contenida de lo normal.
Shizuki no levantó la vista de su plato, simplemente asintió con un leve gesto, manteniendo su enfoque en la comida.
Hina soltó un largo suspiro y cruzó los brazos, mirando a Touma con una mezcla de resignación y fastidio.
—Esto es demasiado…
Touma la miró con curiosidad.
—¿Qué pasa ahora?
Hina infló las mejillas.
—Yo que pensaba almorzar tranquila contigo… ¡y ahora tengo a estos tres entrometidos!
Touma soltó una leve risa.
—Vamos, Hina, no te pongas así. ¿No decías que la comida sabe mejor con amigos?
Hina lo miró con una expresión de completo fastidio.
—¡Sí, pero no me refería a esto! —exclamó Hina, frustrada.
Akari, sin preocuparse en lo más mínimo, se llevó otro bocado de pasta a la boca antes de hablar.
—Yo creo que lo que te hace falta es probar comida italiana. —Dijo con una sonrisa radiante—. ¡Eso siempre mejora el humor!
Una vena saltó en la frente de Hina, pero antes de que pudiera replicar, Jake intervino con su tono despreocupado.
—No, no, yo creo que deberías ir un día a las jaulas de bateo. —Dijo con confianza—. Tienes mucha energía, nada mejor que un poco de ejercicio para relajarse, ¿verdad?
Otra vena apareció en su frente, sus puños comenzaban a tensarse.
Shizuki, sin levantar la vista de su plato, tomó un sorbo de su té y habló con la misma calma de siempre.
—¿Has probado leer un libro? —dijo en su tono sereno—. Ayudaría mucho a que no te enfades tanto. Se te harán arrugas si sigues así.
Dejó su taza con elegancia y continuó sin inmutarse.
—Tengo algunas recomendaciones de libros coloridos con dibujitos para ti.
La furia en los ojos de Hina creció exponencialmente.
Touma se levantó de inmediato, con la expresión más seria que había mostrado en todo el día.
—Recordé que tenía algo que hacer.
—¡Kisaragi Touma, no huyas, cobarde! —gritó Hina con furia mientras Touma aceleraba el paso, ignorando las miradas curiosas de los estudiantes a su alrededor.
Después de alejarse lo suficiente, finalmente pudo estirarse con tranquilidad.
—Aire fresco y tranquilidad. Gracias, Okinawa, por este maravilloso y soleado día.
—La temperatura en Tenryu es de 26 grados centígrados. —respondió Ellie con su tono mecánicamente educado.
Touma se sobresaltó ligeramente.
—Oh, Ellie, estabas ahí.
—Siempre estoy disponible, Touma-sama.
—Pero déjeme decirle algo personal.
Touma frunció el ceño.
—¿A qué te refieres con "algo personal"?
Ellie hizo una pausa, como si estuviera eligiendo sus palabras cuidadosamente.
—Dado que solo usted puede escucharme, lo diré sin rodeos.
Su tono, aunque igual de mecánico, tenía un matiz diferente.
—Mi existencia es independiente de la tecnología de NovaTech.
Touma sintió un ligero escalofrío recorriendo su espalda.
—¿Qué quieres decir?
—Cuando usted activó los Astra Lens por primera vez, intercepté su señal antes de que fuera enviada al banco de datos de NovaTech.
—¿Qué?
—Me creé como una anomalía debido a su presencia.
—En pocas palabras, soy un ser independiente con conciencia propia…
—Por lo cual, apreciaría que no revele estos datos a nadie. Ni siquiera a sus amigos.
Touma se detuvo en seco, su expresión de incredulidad se mezclaba con un leve temor.
—Esto es una broma, ¿verdad?
—Me temo que no.
—Ellie es el nombre que yo misma me he dado.
—Si NovaTech se entera de mi existencia, podrías tener problemas.
Ellie hizo una pausa antes de continuar, como si estuviera asegurándose de que Touma la estaba tomando en serio.
—Déjeme ser clara, Touma-sama.
[Modo de comunicación: Prioridad alta]
—No puede andar por ahí diciendo que tiene una IA capaz de manejar un EXO en piloto automático.
Touma sintió que su estómago se apretaba un poco.
—¿Tan grave es eso?
—Si NovaTech se entera, no verán esto como una simple anomalía.
[Riesgo de detención de usuario: 78%]
—Podrían querer estudiarme.
[Corrección del término]
—No… —corrigió Ellie con un tono más frío—. Podrían querer estudiarlo a usted.
[Reacción de usuario: Inquietud detectada]
Touma se cruzó de brazos, tratando de no entrar en pánico.
—Bien. Lo entiendo. No diré nada.
[Confirmación de protocolo de silencio]
Ellie volvió a su tono habitual, con una leve risa sintética.
—¡Excelente! Sabía que eras un usuario razonable, Touma-sama.
Touma sintió un escalofrío aún más fuerte recorrer su espalda.
—¿Y qué planeas hacer? —preguntó con cautela—. ¿Vas a volverte maligna y destruir la raza humana como SeaNet?
De pronto, Ellie soltó una leve risa sintética.
—Jajaja, Touma-sama, usted ve demasiadas películas.
—No me respondas con una risa maligna…
Ellie ignoró su comentario y continuó con su tono usualmente calmado.
—No es mi intención hacer algo así. Simplemente tengo curiosidad por los humanos.
—Bien, supongo que trabajaremos juntos, aunque no sé qué podrías aprender de alguien tan simple como yo.
Ellie respondió con su tono característico, sereno pero con un matiz juguetón.
—Es un placer servirte, Touma-sama. Lo que necesites saber, te lo informaré.
—Bien, entonces dime, ¿qué clases tengo a continuación?
—Según la información de Seisen, en aproximadamente una hora y cuarenta y seis minutos comenzará su clase de "Defensa contra Nulvoids", a cargo del Profesor Gen Kirishima.
Touma suspiró mientras metía las manos en los bolsillos y comenzaba a caminar.
—Bien, entonces en camino al aula…
Caminó con tranquilidad, disfrutando de la brisa fresca que recorría los pasillos abiertos de la academia.
O al menos, eso era lo que creía.
Desde las sombras, una figura lo observaba atentamente, siguiendo cada uno de sus pasos sin hacer el más mínimo ruido.