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Chapter 9 - Corto 3: La Crisis de Necky y la Gran Misión de Graham

Necky estaba sentada en la biblioteca del gremio, rodeada de libros polvorientos y pergaminos que parecían crujir con cada página que pasaba. Finalmente, un momento de paz. Se estiró, saboreando la tranquilidad.

—Esto es vida. Un poco de oscuridad, un poco de magia prohibida… y nada de idiotas interrumpiéndome.

Por supuesto, eso no duró. El administrador del gremio apareció con su semblante severo, como una nube que amenaza con una tormenta burocrática y, por supuesto, con su capa heroica balanceándose incluso sin viento.

—Necra Gravesoul.

Necky alzó la mirada con una expresión de puro horror.

—Oh, no. ¿Qué hice ahora?

—Como la persona que reportó el asentamiento goblin, serás la líder de la misión de subyugación.

El grimorio que sostenía Necky cayó al suelo con un golpe seco.

— ¿¡LÍDER!? ¿¡YO!?

El administrador asintió con la calma de quien está acostumbrado a tratar con personas en crisis.

—Es un procedimiento estándar.

— ¡Esto es un abuso de autoridad! ¡Soy una archinecromante, aunque soy sorprendente no sirvo para estar en primera línea!

—Por eso tienes una licencia de rango B… Técnicamente eres uno de nuestros mejores aventureros. Solamente hay una decena de rango B.

— ¡Eso es un tecnicismo! ¡Nunca he liderado nada en mi vida!

—Precisamente por eso, esta es una gran oportunidad para ganar experiencia.

Necky enterró el rostro en sus manos.

—No… esto no puede estar pasando. ¡Yo no lidero grupos de aventureros! ¡Los necromantes somos solitarios… guerreros solitarios!

Graham, apoyada en un rincón cercano, aprovechó el momento para intervenir con su usual entusiasmo.

— ¡QUÉ HONOR, MI SEÑORA! ¡UNA MISIÓN LEGENDARIA BAJO SU COMANDO! ¡LOS BARDOS CANTARÁN SOBRE ESTE DÍA!

— ¡Cállate, Graham, no es el momento! —gruñó Necky, lanzándole una mirada asesina.

— ¡ESTO ES GLORIOSO! ¡UNA PRUEBA PARA DEMOSTRAR SU INMENSA GRANDEZA!

Necky suspiró, frotándose las sienes.

— ¿Sabes qué? Si estás tan emocionada… tú lideras la misión.

Graham titubeó.

— ¿Eh?

—Sí, eso mismo. Tú vas al frente, tú hablas con los idiotas del gremio, y yo me limitaré a estar en el fondo, mirando cómo te humillas.

El ojo demoníaco de Graham brilló con emoción.

— ¡ACERTO! ¡SERÁ MI PRIMERA HAZAÑA COMO GENERAL! ¡PROMETO NO DEFRAUDARLA, MI SEÑORA!

Necky no sabía si reír o llorar.

—Lo que sea. Pero si lo arruinas, te juro que te lanzo al lago.

Mientras Graham seguía divagando sobre estrategias y victorias, Necky apoyó la cabeza en la mesa, preguntándose cómo había terminado así. Al menos, pensó, esta vez no sería su culpa si todo salía mal.