De noche, lluvias torrenciales por doquier llenaban la ciudad en la vasta oscuridad la cual era iluminada por unas cuantas lámparas sin embargo no pareciese que escampara pronto.
Obligaba a refugiarse las familias ya sean en sus casas o apartamento incluso debajo de un puente, pero para una sola persona le parecía un momento adecuado para realizar una hazaña perturbadora.
01:00:AM exactamente cuando un trueno hizo un gran ruido que resonó por aquellos lados y a través de los oídos de Makoto también llego.
No era necesario mencionar su apellido él ya había renunciado al nombre de su familia hace unos cuantos años para el simplemente era un desperdicio acompañarlo con su nombre que incluso también odia, se odia a si mismo por su pequeña existencia.
Pero eso acabaría pronto él pensaba, en medio de unos cuantos envases de fideos instantáneos de la tienda de conveniencia arrojados y tirados por todos los lados del apartamento de Makoto a si mismo con todas sus cosas y utensilios cualquiera que viera en ese momento el lugar daría por sentado que fue un robo.
Pero para el ya no era un fastidio ese problema después de todo estaba lloviendo, como si no fuera a parar, el sonrió satisfecho esperaba un momento breve para poder despedirse de lo que más odiaba.
En ese minuto y hace unos cuantos Makoto se encontraba en una esquina sentado en una silla y en un segundo las luces de golpes se apagaron la cual hizo el lugar en donde estaba un oscuro rincón, inmediatamente, aunque no tan rápido el abandono su asiento lentamente y se puso de pie aquella silla no la arrojo como el resto de las cosas, sino que la dejo quieta no lo hizo por algo en especial simplemente por nada.
Makoto dio unos cuantos pasos al frente, aunque no veía nada él sabía perfectamente adonde tenía que ir, en medio de la habitación se encontraba una cuerda colgando
Era obvio pensaba quitarse la vida y finalmente abrió la boca y soltó unas palabras.
"La vida es una mierda ahora mismo".
Para Makoto todo era mierda, sus alrededores incluso su propia voz él pensaba de esa forma.
No solo por eso nunca había logrado un éxito en la vida, jamás durante sus 27 años de vida y decidió que hasta aquí llegaría.
Ya el resto solamente eran algunas acciones, ya una vez se acostumbró a la oscuridad tomo una silla cercana arrastrándola la coloco en medio y debajo de la soga la cual estaba colgada en techo el levanto el pie lo cual hizo contacto con la silla y luego subió de una.
No tomo una acción inmediata, al subir utilizo una vez sus sentidos antes poner la soga en cuello, su habitación apestaba por su supuesto a "Mierda", para él era así y sus oídos aun seguían escuchando los molestosos y ruidosos impactos de las gotas, su boca estaba seca, pero eso ya no le importaba el fin de miserable vida está a ponerse la soga en el cuello y tirar la silla con el pie.
Tendría que soportar un poco de dolor antes de partir, pero eso era soportable.
Deseo antes de morir no tener ninguna especie de flashback eso para el sería peor y si por casualidad viajara en el tiempo se suicidaría en el momento en que pasaría.
En pocas palabras para Makoto no tenía esperanzas para vivir, no tenía remordimientos en su deseo ni arrepentimiento en su futura acción no lograba comprender del todo porque nació pero tras ver todos los escenarios mostrados delante de sus ojos.
Ya sean preciosos, tristes…
Felices o turbantes.
Él no tenía ni la menor ni mayor pizca de oportunidad para intentar recuperar uno de aquellos momentos solamente esperaba después de su vida estar en un estado en el que nunca jamás viera sufrimiento ni tristeza tampoco alegría o amargura.
No había pasado un segundo Makoto se había puesto la soga, la luz había regresado, la puerta estaba sonando y detrás de ella ruidos, su olfato, mierda, su boca, áspera…
Cabello, desarreglado…
Su pie, levantado…
La silla, tirada entre el desorden…
Su cuerpo. A flote…
¡Dolor!
Sus ojos…
Sin vida.
Makoto se había contado entre los miles suicidios, pero si pudiéramos definir su motivo uno desesperante también doloroso e incluso lamentable.
Probablemente nadie querría mirar dentro de su cabeza para averiguar el motivo.
El finalmente había perdurado y posiblemente estuviera aliviado en algún lugar de la nada.
Pero su deseo fue cumplido…solamente durante unos segundos.