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Chapter 3 - Capítulo 2 - El que más lejos llegó

Al llegar a su sala de espera, Darian ni siquiera lo pensó e inmediatamente continuó con el siguiente piso.

El post que había dejado Jeremy no mentía. Aunque la dificultad entre los pisos trescientos y seiscientos fue, sin excepción, difícil, aquellos que siguieron después representaron un aumento en la escala digno de un ajuste de balance en cualquier videojuego.

Algunos retadores habían informado sobre la aparición de dragones en algunos pisos inferiores, pero las criaturas a partir del piso seiscientos hacían ver a estos como meras lagartijas.

Dragones del tamaño de edificios, cíclopes, gorgonas, liches capaces de convocar ejércitos de no muertos, entre otras criaturas dignas de mitos y leyendas.

Lo que antes hubiera sido un simple enfrentamiento contra algunos hombres lagarto, ahora eran multitudes de ellos llegando sin fin.

Era normal ver que, con esta estratosférica subida de dificultad, los retadores fueran purgados rápidamente.

Leer ese mensaje dejó tocado a Darian. Nunca había convivido con nadie en algún post, pero entonces, ¿por qué se sentía mal?

[Has superado el piso 0645/1000 

-Dificultad: Extremo-]

La realidad lo golpeó después del piso seiscientos cincuenta:

Era la culpa.

Se sentía culpable de ser el único que quedaba.

[Has superado el piso 0663/1000 

-Dificultad: Extremo-]

¿Cuántas veces pudo ayudar a gente que pasaba por situaciones que él había experimentado?

[Has superado el piso 0681/1000 

-Dificultad: Extremo-]

¿Cuántas veces tuvo la oportunidad de dar consejos en la Comunidad? ¿O contar sus experiencias para dar esperanzas a los demás?

[Has superado el piso 0693/1000 

-Dificultad: Extremo-]

¿Cuántos de esos que pudo salvar tal vez seguirían aquí escalando la Torre?...

[Has superado el piso 0699/1000 

-Dificultad: Extremo-]

Darian estaba en el piso setecientos. Un piso mundial en donde el objetivo era salvar un continente del Rey Demonio.

Sus ojos, carentes de brillo, miraban su ventana de estado:

Darian. Nv: 100 

Título: - - - 

Ataque: SSS 

Defensa: SSS 

Magia: SSS 

Velocidad: L 

—Habilidades— 

(Habilidad con Espadas: LLL) 

(Habilidad con Escudos: SS) 

(Habilidad con Lanzas: S)...

Estaba seguro de que el Rey Demonio, aunque increíblemente fuerte, podía ser derrotado, pero no se atrevía a dar un paso más. En su mente solo estaba la culpa de que no merecía seguir subiendo.

«RECUÉRDALO, AMIGO MÍO. NO MIRES ATRÁS, SOLO SIGUE TU DESEO DE SALIR DE ESTA TORRE Y VER A TUS SERES QUERIDOS».

Esa frase que había leído en el último post de Jeremy llegó a su mente. Y tal vez, por algún capricho de sus recuerdos, llegó uno que lo golpeó contundentemente:

«Acepto».

Fue el día en que se casó con Sofía.

¿Hacía cuánto tiempo que no la recordaba de esta manera? Incluso cuando lo intentaba, le era imposible recordar su rostro.

Pero ahí estaba:

Sonriéndole tan cálidamente, mientras se encontraba sonrojada después de haber aceptado pasar el resto de su vida a su lado.

Luego, aquel fatídico día en que todo esto comenzó:

«Estoy embarazada».

Un tenue brillo llegó a sus ojos. La llama de esperanza con la que inició esta Torre ardía con la misma intensidad de ese día.

Aún si nunca los vio, sintió como si todos aquellos que perecieron en esta Torre ponían sus esperanzas en él.

Darian tenía de nuevo una razón para seguir con esto...

[Has superado el piso 0700/1000 

-Dificultad: Extremo-]

Ya no solo era el regresar con su amada.

[Has superado el piso 0745/1000 

-Dificultad: Infierno-]

Tenía que llevar el mensaje de todos aquellos que se quedaron atrás.

[Has superado el piso 0787/1000 

-Dificultad: Infierno-]

Todos aquellos que dejaron sus últimas palabras en posts, sus seres queridos tenían que leerlas.

[Has superado el piso 0800/1000 

-Dificultad: Infierno-]

Darian siguió piso tras piso sin flaquear en su determinación.

[Has superado el piso 0877/1000 

-Dificultad: Locura-]

Pero una nueva barrera llegó una vez que superó el piso novecientos:

—¿Qué es esto? —se dijo estupefacto.

Lo que debería ser una pequeña sala o, a lo mucho, una mazmorra, era una selva cuyo horizonte parecía no tener fin.

[Has superado el piso 0901/1000 

-Dificultad: IMPOSIBLE-]

Lo intuyó, pero no fue hasta que llegó al piso novecientos dos que solo una sonrisa nerviosa se formó en él. Parecía que todos los pisos a partir de ahora serían pisos mundiales.

El concepto del tiempo había sido borrado de su mente quién sabe hace cuánto.

Pero estaba seguro de que décadas pasaron desde que empezó. Así como tampoco le importó el ver que no envejecía.

[Has superado el piso 0956/1000 

-Dificultad: IMPOSIBLE-]

Algo que lo había preocupado es que ya no había curación instantánea. Así que, poco a poco, se comenzó a notar su desgaste.

Todo parecía estar en su contra, y sin embargo, logró lo que todo mensaje le recordaba en cada piso.

[Has superado el piso 0999/1000 

-Dificultad: IMPOSIBLE-]

Estaba en el último piso, y pensó que sería otra travesía infernal...

Un simple pasillo, como el que había visto en incontables castillos que visitó, le aguardaba.

Él comenzó a caminar, lento y con dificultad. El piso 999 había sido el mayor reto en toda su travesía.

Hacer que el mundo al que llegó sobreviviera a la profecía del despertar del fin. En pocas palabras: enfrentó y derrotó a un ser ancestral cuyo tamaño solo podía ser descrito como el de una montaña.

Sentía un gran dolor en cada paso que daba. No sería una sorpresa si cayera en cualquier momento. Y por su mal estado, ninguna poción de curación de la tienda, ni magia para sanar que había aprendido, podían ayudarlo a recuperarse.

Darian llegó al final del pasillo. Unas escaleras hacia arriba lo esperaban, y al final de los escalones pudo divisar una gran puerta doble. Con mucho esfuerzo, comenzó a subir los escalones.

El hecho de que estaba cerca de poder ver a su amada Sofía una vez más lo mantenía consciente, sin importarle que cada paso era como destrozar su cuerpo con un martillo.

Se paró frente a la puerta y, mostrando dolor al empujarla, la abrió.

Pero...

Darian comenzó a brotar sangre de su boca, y no fue hasta que miró su pecho que entendió lo que ocurrió:

Algo lo había atravesado.

Un gran agujero en su pecho dejaba a la vista sus órganos. Intentó ver quién le había hecho eso, pero por la fatiga resbaló.

Comenzó a caer por las escaleras mientras su conciencia se desvanecía. Un último pensamiento vino antes de que ya no pudiera pensar más:

«Perdón a todos».

***

En lo que era la sala del último jefe de esta torre, justamente en lo que parecía un trono, dos esferas de energía, una azul y una roja, salieron desde detrás de ese trono.

Una voz metálica salió de la esfera roja:

—¿Era necesario torturarlo de esa manera?

—¿Me dirás que tampoco sentiste curiosidad cuando lo viste superar el piso setecientos? —contestó la esfera azul, con igual tono metálico, aunque de una manera que mostraba entusiasmo.

Un suspiro vino de su compañera roja.

Estas voces fueron las mismas que recibieron a los retadores y les explicaron toda esta prueba.

—Los humanos son aterradores...

—¡Y muy impredecibles! —interrumpió la esfera azul, riéndose al final. —La Torre estaba diseñada para que fuera imposible superar el piso setecientos. Y este humano ha llegado a este piso que ni siquiera tenía un jefe configurado.

—Pero todo lo que pasó...

La esfera roja parecía más compasiva que su compañera azul.

—Yo también siento algo de pena. Aunque algo bueno salió de todo esto, ¿no crees?

—Sí... —contestó la esfera roja. —Esta dimensión ha superado con creces todas las simulaciones que se corrieron sobre su rendimiento.

—No solo este tipo, toda su raza en general. Ninguna otra ha estado siquiera cerca de lograr estos datos que hemos recopilado.

Ambas esferas sonaban contentas mientras charlaban. Era como si esto fuera algo que ya han hecho incontables veces. La esfera azul habló:

—Los mundos que hay del piso 901 al 999 sirvieron de base para los mundos de los pisos inferiores. Si estos mundos hubieran tenido a alguien como ese humano, no hubieran perecido...

La esfera roja se quedó sin decir nada unos segundos.

—Probablemente se salvarían —se acercó a la puerta para observar el cadáver de Darian.

Y mientras observaba cómo comenzaba a convertirse en partículas, dijo sus últimas palabras antes de también comenzar a desaparecer.

—Esas emociones en tu raza son algo de lo que carecen otras que hemos calificado. Pero así como son tan positivas, también son muy negativas. Felicidades, primer individuo en completar la torre. Esto es solo el inicio.