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No se vive tranquilo en la granja cuando tu esposa es la princesa

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Synopsis

Chapter 1 - Cap 1. Una mañana común y corriente

Aventureros... personas llenas de energía y una sed insaciable de explorar lo desconocido, con todos los tesoros y riesgos que esto conlleva. La aventura es la principal característica de un aventurero, y la más importante de todas.

Ser aventurero no es tan simple como salir al bosque a las afueras de la aldea y tomar cualquier cosa que encuentres. Ser un aventurero significa algo más que eso; significa explorar rincones que los demás no se atreven a pisar; explorar ruinas de antiguas civilizaciones que perecieron con el pasar de las generaciones; luchar por sobrevivir, y viajar para vivir.

Ser aventurero es una forma de vida, la cual incontables personas comparten y gozan en conjunto, por un día más emocionante que el anterior.

¡Ay por yo! Me enrollé tanto en las aventuras que olvidé mencionar el lugar del que provienen todas estas personitas ansiosas por el descubrimiento. Pero primero permítanme presentarme, *ejem* soy lo que los seres de este mundo llaman "Dios". No soy el único, pero se puede decir que soy el más influyente y más amado de todos. ¡Pero no entremos en detalles! Bueno, en fin, volvamos a lo que nos concierne.

¡Les doy la bienvenida al continente de Myrbelle!, un enorme trozo de tierra flotante en el inmenso y hondo mar; lleno de climas tropicales, desiertos infernales, cumbres heladas y planicies cálidas. Habitada por todo tipo de seres fantásticos: Humanos, Semi-humanos, elfos, enanos, licántropos, goblins, trolls, espíritus, hadas y muchos más que apenas puedo recordar sus nombres.

Todo ellos viven en armonía el uno con el otro, pero... como todo bien, siempre existe un mal. Este mal son la raza demoníaca: seres infernales guiados por el deseo de ejercer su poder en cada rincón del continente. Myrbelle lleva tiempo intentando repeler a las tropas demoníacas, pero aún así, el reino de las tinieblas lleva ya un cuarto del continente a su merced, siendo posible que este terreno aumente.

¡Pero no teman, hijos míos! Las aventuras no se acabarán por mucho terreno que se abarque, además, este es un tema que no le incumbe a los aventureros. *Ejem* En fin, la zona en el que se basa este pequeño relato que voy a contarles es la más alejada de todo el fragor de la guerra, más concretamente en el reino de Arabell, el inocuo reino del sosiego. Además de ser el reino más pacífico por su lejanía a la guerra, es el mayor exponente de aventuros de todo el continente. 3 de cada 10 personas en este lugar son aventureros, o quieren serlo en un futuro no muy lejano. ¡Siempre hay una aventura que seguir aquí!

En este pequeño lugar, hay un aventurero que, aunque apenas pasa los 30, es el que más aventuras ha tenido en toda su vida, pero para él esas aventuras han llegado a su fin... O eso es lo que él piensa, ¡Pues su más grande y emocionante aventura está a punto de comenzar!

¡Tomen asiento y acompañenme a ver la última aventura de Rudy Gioroty, el mayor aventurero de todo Myrbelle.

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El sol se asoma entre las rocosas montañas, y el fresco rocío sobre las verdes hojas del bosque reflejan como un espejo los rayos de luz que la gran y segante estrella en el cielo expulsa con fuerza hacia el reino. Las cigarras cantan, y junto con los cacareos de los nobles gallos, forman una ruidosa pero cotidiana melodía, que da la señal del inicio de un nuevo día en este mundo.

Al lado de un gran bosque, se encuentra una humilde granja, no tan pequeña, pero tampoco tan grande, con unos cuantos huertos y algunos corrales con gallinas, cerdos, vacas y feroces toros. Entre cuatro paredes, en medio de todo el rancho, y sobre una corriente cama, un hombre abre sus ojos por la luz que entra sin piedad por su ventana. Lentamente, se despierta de su lúcido sueño y se sienta en la esquina de su desgastado colchón.

—Aahh... Ya amaneció... —exclama el hombre entre bostezos.

Somnoliento, se levanta y va al baño. Se lava la cara y se mira al espejo para examinar el estado de su rostro. Nota que su barba ya está bastante larga, lo que arruina su estilo.

—Oh, esto se ve fatal, debería cortarla.

El hombre toma una navaja que está encima de su ordinario y rústico lavabo y empieza a eliminar cada rastro de bello, desde las patillas hasta la punta de su barbilla, tristemente haciéndose un corte en su piel.

—Auch, debo tener más cuidado —exclama mientras mira la herida.

Del espejo saca un sobre con tiras adhesivas sanitarias y, con cuidado, pone una de ellas sobre la pequeña herida.

—Bien, con eso bastará... Ahora, a trabajar.

Sale del tocador y va a la cocina a prepararse su desayuno: dos huevos con tomate, sazonados con una pequeña pizca de sal. Con tranquilidad, se sienta en la mesa y, con magia de viento y un breve encantamiento, enciende su cristal receptor.

"Sintonizar"

—Einschalten.

De la mano del hombre surge una pequeña esfera verdosa, la cual entra en contacto con el cristal, y acto siguiente proyecta una nítida imagen por encima del cristal. En el programa de esta mañana, transmiten las noticias del reino.

—"Buenos días, y bienvenidos a las noticias al alba. Para el día de hoy se prevee una lluvia poco antes de que la gran estrella desaparezca del cielo, por lo que tomen sus debidas precauciones al salir de casa. Ahora, en otras noticias..."

Unos minutos después y una vez terminado el desayuno, el hombre se levanta y se dispone a lavar todo lo que usó.

Estira su mano, abre la llave del agua y empieza a lavar sus trastes. Al mismo tiempo que lava, con magia de viento y magia de fuego crea un pequeño torbellino flamigero en el que introduce los trastes y los seca rápidamente. Una vez secos, con delicadeza los coloca en su lugar.

—Bien, ahora sí es momento de empezar, estas tierras no se van a labrar solas.

Las noticias suenan de fondo mientras se prepara para salir.

"Noticia de último momento, como es costumbre, el miembro más querido de la familia real, la princesa Emilina, saldrá a su típico paseo mañanero por las calles de la ciudad, por lo que sean prudentes y traten de mantener sus negocios lo más limpios posi..."

—Nada de lo que preocuparse.

Extiende su mano hacia el cristal y, con magia de fuego y otro encantamiento, procede a apagar el cristal.

"Extinguir"

—Löschen.

Quema el núcleo en donde la magia de viento rezonaba, extinguiendo la imagen y el sonido.

Con todo listo, sale al exterior. Toma un pequeño sombrero de paja de encima de un mueble del tamaño suficiente como para que un adulto se acueste tranquilamente en él, se lo pone y abre la puerta. Fuera, una pequeña cosa rosa y regordeta lo espera justo del otro lado de la puerta, al verla, el hombre sonríe y la saluda amablemente.

—Buenos días, Bianca.

El pequeño animal menea su enrollada cola y gruñe ligeramente. Junto con su pequeña compañera, el hombre se acerca al cobertizo a un lado de su casa y, sobre una carretilla, coloca todas las herramientas que va usar para su labor. Las lleva afuera, toma el azadón y se adentra en la tierra. Sin pensarlo dos veces, hace su primer movimiento, que termina arrasando con todo por casi 100 metros en línea recta, llevándose el mango del azadón de por medio, dejándolo reducido a polvo.

—Vaya... Aún no puedo controlar mi fuerza con estas frágiles cosas, si tan

"Endurecimiento"

solo tuviera Versteifung sobre ellas, aguantarían un poco más...

Decepcionado de su autocontrol, toma uno de los tantos azadones de repuesto que cargó en su carretilla puesto que le pasa muy seguido, y vuelve a intertarlo.

—Recuerda, Rudy, casi nada de fuerza, con delicadeza...

Respira profundamente y se mentaliza. Golpea la tierra y logra con total éxito no destrozar el terreno.

—Bien, ahora solo mantén la fuerza y el control y todo estará bien.

Con más confianza en sí mismo y con una sonrisa en su rostro, empieza su arduo labor.

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Entre los frondosos árboles del bosque y por un camino poco transitado, una banda de hombres, llenos de cicatrices y con una cara de pocos amigos, cargan una gran jaula cubierta de una enorme y mugrosa tela sobre una carreta de madera.

—¡Jefe, hoy nos llevaremos el premio gordo!

—¡Si jefe, después de esto seremos ricos!

—Querrás decir que me haré rico, pero puede que les de un poco de lo que consiga por este valioso producto, jajaja.

—¡Eso es todo, es el mejor jefe!

—¡Por supuesto! Nadie puede contra el Todopoderoso Hoffman, el traficante de personas estrella.

—¿Cómo supo dónde encontrarla, jefe?

—La estuve observando por muchísimo tiempo y aprendí su recorrido diario, solo esperé el mejor momento y la até.

—¡No esperaba menos de nuestro jefe!

—¡Si, usted es increíble, jefe!

—¡CLARO QUE LO SOY! JAJAJAJAJAJAJ

El grande y musculoso hombre ríe a fuertes carcajadas, pero aún con todo el alboroto de alrededor, la persona dentro de la jaula no hace ni el más mínimo ruido, estando totalmente en silencio.

—Oiga jefe, la mercancía va muy callada, ¿No le habrá dado un infarto o algo?

—¿Un infarto? No seas imbécil, es una persona con dinero, cuando tiene un resfriado tiene a los mejores doctores del reino a su cuidado, por supuesto que está bien.

—Gav, ¿Cuánto falta para llegar al escondite?

—Ya no falta mucho, llegaremos en una hora.

—Perfecto, ¡Escuchen, mañana al alba haremos la negociación, así que aprovechen a descansar, pedazos de estiercol!

Todos los hombres afirman al unisono y reanudan su marcha.

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Pasadas las horas, el granjero está terminando de labrar una parte de la parcela. La gran estrella se encuentra en lo más alto del cielo, marcando la hora de un descanso y el almuerzo.

—Ya es hora del almuerzo, debería prepararme algo.

Con cierto cansancio por el arduo trabajo, el hombre saca un paño de su bolsillo trasero y con él seca el sudor de su frente. Se acerca con tranquilidad a su carretilla y lanza el azadón que usaba encima de ella. Lleva sus herramientas cerca de la puerta de la casa y entra en ella.

—¿Qué me prepararé esta vez?

El granjero va a la cocina y echa un vistazo en la alacena. Con decepción, nota que le faltan ingredientes para un buen almuerzo.

—Rayos, solo tengo unas cuantas verduras...

Mira con tristeza las pocas verduras a su disposición y suspira.

—Bueno, no hay de otra.

Sin mucho ánimo, toma todo lo que queda y con una vieja olla, intenta preparar una estofado de verduras. La atrocidad que surgiría de aquella olla se podía preveer con tan solo el olor que desprendía. Mientras pasa saliva por el nerviosismo, quita la tapa para contemplar su creación.

—Por Joshua... esto es...

El hombre mira el resultado con mucha decepción; el estofado se veía tan deprimente que haría llorar hasta al más insensible solo con tenerlo en frente.

—... Esta vez si que me superé...

Con el ánimo hasta el subsuelo, el hombre sirve el estofado en un tazón y va a la mesa a comer. Cuando prueba su abominación, una lágrima recorre su mejilla ante tal atrocidad culinaria. Cocinar no es su fuerte, y el estofado se lo demuestra con creces con semejante sabor.

—Creo que tendré que ir a recoger una cuantas hierbas, si vuelvo a preparar algo como esto, dios se enojará conmigo...

El granjero acaba su sopa con mucho esfuerzo y entre lágrimas. Cuando porfin termina, se levanta, vuelve a la cocina y lava su plato y la olla que usó. Después de una larga pelea por dejar impecable sus utensilios de cocina, sale de la cocina y va a su cuarto. Se acerca a su cama. Arrastra un cofre desde debajo de ella y saca una pequeña hoz y unos guantes.

—Con esto bastará, ahora solo tomaré la cesta.

Sale de su casa, camina unos cuantos pasos y entra al cobertizo de donde toma una cesta de paja y se la pone en la espalda.

—Cuida la granja mientras estoy fuera, Bianca.

La cerdita asiente con la cabeza y se pone en frente de la casa a esperar el regreso del hombre. Sin más interrupciones, el granjero se adentra en el bosque, en busca de ingredientes para alegrar sus almuerzos y sin conocimiento de lo que lo espera más adelante...

Fin del capitulo 1