CAPÍTULO 1: ENEMIGOS EN LA OSCURIDAD
[Oscuridad total. Se escuchan sonidos lejanos: crujidos, susurros irreconocibles y el eco de pasos que parecen multiplicarse en la distancia. De repente, una respiración agitada rompe el silencio.]
[TJ abre los ojos de golpe. Está tendido en el suelo frío y húmedo. Se incorpora con dificultad, sintiendo su corazón latir con fuerza en su pecho. Mira a su alrededor, pero todo es bruma y sombras.]
TJ (murmurando para sí mismo, en guardia) — Dónde demonios estoy…
[Su instinto le grita que no está solo. Rápidamente, busca un arma, cualquier cosa que le sirva para defenderse. Encuentra una roca afilada y la sujeta con fuerza.]
[No muy lejos de él, NEy también despierta. Se sacude la cabeza, confundida, tratando de recordar cómo llegó allí.]
NEy (susurrando, nervioso) — Esto no es real… debe ser un sueño.
[De repente, un crujido en la maleza. NEy se pone en guardia y toma un palo del suelo. Su respiración se acelera.]
[TJ también escucha el sonido y se mueve con sigilo. La niebla no le permite ver con claridad, pero distingue una sombra acercándose.]
TJ (firme, amenazante) — Muéstrate…
[NEy, al escuchar la voz masculina, entra en pánico. No sabe si es humano o algo más. Con un grito, corre hacia TJ con el palo en alto, lista para atacar.]
TJ (gritando, reaccionando instintivamente) — ¡No te acerques!
[Ambos chocan con violencia. TJ esquiva el primer golpe y contraataca, lanzando la roca hacia NEy, quien apenas logra agacharse.]
[La pelea se intensifica. Golpes, empujones, intentos de esquivar. Ninguno está dispuesto a ceder. Sus miradas son fijas, llenas de rabia y miedo.]
[TJ consigue sujetar el palo de NEy y la empujar contra un árbol. Ella jadea, recupera el aliento y, sin pensarlo, patea a TJ en el estómago, haciendo retroceder.]
NEy (gritando, frustrada) — ¡Aléjate de mí!
[TJ se limpia la boca con el dorso de la mano y vuelve a cargar. Pero justo antes de lanzar un golpe final, algo lo detiene…]
[TJ y NEy se miran a los ojos. En un instante de lucidez, notan algo: los dos están respirando, tienen expresiones humanas, dolor, miedo. No son criaturas. No son hijos monstruos.]
[TJ baja lentamente los puños. NEy también afloja su postura. La tensión sigue en el aire, pero ahora hay duda en sus miradas.]
TJ (jadeando, con tono serio) — Tú… ¿no eres uno de ellos?
NEy (con desconfianza, sin bajar la guardia por completo) — No… y tú tampoco.
[Se quedan en silencio. Por primera vez, se dan cuenta de que, en este mundo desconocido, puede que no estén tan solos como pensaban.]
CONTINUARÁ…