Después de mi trote matutino, me preparé para ir al pueblo nuevamente con Maggie. Lori me encargó algunas cosas de necesidad diaria, y aunque no era mi trabajo hacer de mensajero, no vi problema en ayudar. Maggie y yo partimos en los caballos, y aunque ella no mencionó lo ocurrido el día anterior, noté que su actitud era más cercana, más íntima.
El camino al pueblo fue tranquilo, con una conversación ligera entre nosotros. Maggie parecía más relajada, pero había algo en su mirada que sugería que estaba pensando en lo que había pasado entre nosotros. No insistí en el tema; si ella quería hablar, lo haría en su momento.
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Al llegar al pueblo, entramos a la tienda y comenzamos a buscar lo que necesitábamos. Maggie se dirigió a la parte de atrás mientras yo revisaba los estantes. De repente, escuché un ruido y un grito desgarrador. Corrí hacia el sonido y vi a Maggie siendo agarrada por un caminante que había aparecido del otro lado de una estantería. Estaba atrapada, luchando por liberarse, pero el caminante era demasiado fuerte.
Sin pensarlo dos veces, me abalancé sobre el caminante y le clavé un cuchillo en la cabeza con un movimiento rápido y preciso. El cuerpo del caminante se desplomó, y Maggie quedó temblando, con lágrimas en los ojos. La abracé mientras sollozaba, sintiendo cómo su cuerpo se relajaba poco a poco.
"Estás a salvo", le susurré, acariciando su cabello. "Nada te va a pasar conmigo aqui."
Maggie se separó un poco y me miró a los ojos. Hubo un momento de silencio, y luego me besó profundamente, como si buscara consuelo y seguridad en ese gesto. Fue un beso lleno de emoción, de gratitud, y de algo más que no podía definir.
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Una vez que salimos a la calle, Maggie seguía conmocionada, pero parecía más calmada. Decidí que era el momento de enseñarle la cruda realidad del mundo en el que vivíamos.
"Ellos ya no son personas, Maggie", le dije, mirándola a los ojos. "No están vivos, ni enfermos. Este es el nuevo mundo, y tienes que aceptarlo."
Ella asintió lentamente, pero aún se notaba la duda en su rostro. Para demostrarle lo que quería decir le pedi me siguiera y me aleje un unas 2 cuadras para que no le pase nada a los caballos, saqué un arma de mi inventario (fingiendo sacarla de debajo de mi chaqueta) y disparé a un caminante que pasaba cerca. La bala impactó en su estómago, pero el caminante siguió avanzando hacia mi como si nada.
"¿Lo ves?" le dije, disparando dos tiros más en otras partes del cuerpo. "Ninguna persona podría seguir caminando después de eso. Ni ningun enfermo."
Maggie observó en silencio, con una mezcla de horror y comprensión en su rostro. Sabía que atraeríamos más caminantes con los disparos, pero era parte de mi plan. Necesitaba que Maggie entendiera que no podíamos seguir viendo a los caminantes como personas. Además, era una oportunidad para ganar algo de experiencia , no me volveria a ir sin la oportunidad de farmear un poco mas , en la granja casi no llegan caminantes y durante los ultimos dias he tenido pocas oportunidades para ganar XP.
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Los caminantes comenzaron a llegar de a poco, atraídos por el ruido. Maggie se puso nerviosa, pero le dije que mantuviera la calma.
"Yo te protegeré", le aseguré, colocándome frente a ella. "Pero tienes que aprender a hacer esto si quieres sobrevivir y proteger a tu padre y a tu hermana."
Me moví con rapidez y destreza, eliminando a los caminantes uno por uno. Cada movimiento era preciso, cada golpe letal. Aunque no estaba cansado, sentía los resultados de mi entrenamiento en los últimos días. aunque de manera ligera ,era más rápido, más fuerte, y más eficiente.
Maggie me observaba con asombro, impresionada por mi habilidad, los caminantes venian de a 1 o 2 , casi en fila por lo que no fue muy dificil.Cuando acabé con unos 40 caminantes, el área quedó en silencio. Maggie se acercó a mí, todavía con una expresión de admiración en su rostro.
"Eres increíble", dijo, con una voz llena de admiracion y respeto. "Nunca había visto a alguien hacer algo así."
"Tú también puedes aprender", le dije, sonriendo levemente. "Mañana empezamos."
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De regreso a la granja, Maggie parecía más pegada a mí, como si buscara protección y guía. Sin embargo, su humor cambió cuando recordó por qué habíamos ido al pueblo en primer lugar. Al llegar, se enfrentó a Lori, lanzándole las cosas que había pedido.
"¿En serio? ¿Todo esto por un poco de jabón y acondicionador?" dijo Maggie, con voz llena de frustración. "¡Y esas malditas pastillas! ¡Casi muero por esto!"
Lori la miró, sorprendida por el arrebato. Maggie se dio la vuelta y se fue, dejando a Lori con una expresión de confusión.
"¿Los atacaron?" preguntó Lori, mirándome.
"Sí", respondí, con calma. "Pero no te lo tomes personal. Maggie está abrumada. Hoy pasó por mucho."
Lori asintió, aunque todavía parecía preocupada. Me alejé, sabiendo que Maggie necesitaba tiempo para procesar todo lo que había ocurrido.
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Esa noche, mientras hacía guardia, reflexioné sobre el día. Había sido intenso, lleno de emociones y acciones. Maggie estaba comenzando a entender la realidad del mundo, pero aún tenía un largo camino por recorrer. Yo, por mi parte, seguía decidido a proteger a los míos y a prepararlos para lo que vendría, poco a poco me he estado encariñando mas con esta gente .
El camino por delante sería difícil, pero estaba listo para enfrentarlo. Y, tal vez, con un poco de suerte, podría ayudar a Maggie y a los demás a sobrevivir en este nuevo mundo.
Sistema:- **Nivel:** 3
- **XP:** 179/300
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