Ah… Qué agotador…
Ya, en serio, ¿quién es esta chica? ¿Y por qué es tan estúpida? Es la primera vez que nos vemos, y ya está declarando su amor por mí…
No puedo negar que esta situación me hace, muy interiormente, feliz. Es la primera vez que alguien declara su amor por mí, después de todo.
Esta chica, que se denominó a sí misma como Amano Yuuma, aparentemente me vio salir de la academia la semana pasada y se enamoró de mí a primera vista, haciendo que vuelva a viajar hasta aquí para confesar su amor.
Estoy considerando seriamente su propuesta, pero existen dos problemas:
Apenas tengo voluntad suficiente para levantarme de la cama todas las mañanas, y es porque necesito estudiar para mantener la beca del gobierno para vivir cómodamente. Sería incapaz de sostener una relación/conversación por una hora.Empecé a estudiar aquí ayer
La pobre muchacha frente a mí claramente estaba siendo obligada por una apuesta. Era lo más razonable. Simplemente aceptaré y utilizaré la legendaria técnica del ghosting.
"Bueno, podría darte una oportunidad, pero tengo que pensarlo. Dame tu número de teléfono y te daré una respuesta más tarde", dije con el tono más sereno y pacífico que pude tras escuchar su confesión, entregando mi teléfono para que guarde su información de contacto. Quizás entienda que simplemente quiero rechazarla suavemente, soy verdaderamente un caballero considerado.
Los ojos de la chica brillaron, llenos de esperanza. "¡Claro!", dijo Amano Yuuma para luego recoger el celular y teclear ágilmente en él. Luego, devolvió el dispositivo y se retiró rápidamente.
Bueno, ¿podría decirse que, oficialmente, soy un rompecorazones? No es que esté orgulloso de ello, pero era un título de orgullo para algunos hombres. Más cuando su apariencia solo está sobre el promedio…
Dejando a un lado su deprimente apariencia, creo fervientemente de que mis atractivos se encuentran en mi intelecto y capacidad para tener conversaciones complicadas. No es que sea incapaz de conversar de temas cotidianos, por lo que tengo que recluirme a las áreas que mejor controlo… ¿Cierto?
Decidí concentrarme en caminar y observar la ciudad, tratando de recordar el camino de regreso a casa y no deprimirme por mi falta de habilidades sociales. Sin embargo, mientras caminaba, recordó aquel folleto que había en el tablón de anuncios: ¡El consejo estudiantil buscaba un secretario!
Reconocía a la perfección cualquier tarea que sería amenazante para tus horas de sueño, y esta era una de ellas. Pero, a pesar de eso, creía que sería algo bueno para su situación actual.
En realidad, desde que mis padres fallecieron en aquel accidente de tráfico, me encerré por completo en mi habitación, alejándome de la sociedad. No fue hasta que recibí una carta de la secretaría de becas gubernamentales, advirtiéndome respecto a la posible pérdida de la misma, que me armé de valor y conseguí inscribirme en esta preparatoria. Por supuesto, esto solo fue posible gracias a mis sobresalientes calificaciones, que me dieron un tratamiento especial.
Unirse al consejo estudiantil lo pondría en una buena situación frente a sus supervisores de beca, y lo obligaría a interactuar con personas, aumentando su progreso en recuperar sus habilidades comunicativas.
Por supuesto, le quitaría horas de sueño, pero todo buen procrastinador perezoso sabía que, a veces, las cosas solo se vuelven más molestas si no las haces a tiempo. Su problema de comunicación llevaría a problemas en su vida adulta, conllevando a dificultades para conseguir un trabajo. Unirse, además, mejoraría su currículum.
En definitiva, era una decisión que tenía más puntos a favor que en contra, pero uno de esos puntos en contra resultaba realmente doloroso…
Hablando sobre dolores, en el camino chocó con un chico que llevaba su mismo uniforme. Lo conocía, no era la primera vez que se veían, su nombre era Hyoudou Issei. Era un gran pervertido junto con sus dos amigos. Lo más destacable de él era que pasaba tiempo con las bellezas del Club de Investigación de lo Oculto. Nadie entendía por qué estaban con él.
En fin, el que haya sido chocado por él y ni siquiera se detuvo a disculparse fue solo un clavo más en el ataúd que representaba su nunca-existente cariño por él.
"¡Lo siento! ¡Llego tarde!", fue todo lo que dijo.
En cuánto llegué a casa, decidí enfocarme en cosas más importantes. Me armé de valor y completé la solicitud digital para unirme al Consejo Estudiantil. También borré la información de contacto de Amano Yuuma, que se agregó a sí misma con un corazón junto a su nombre.
La respuesta a mi solicitud llegó rápidamente. Fui aceptado. Mis actividades comienzan mañana.
No esperaba un rechazo en absoluto. Aspirar a unirse al consejo estudiantil era lo que se esperaba de él, teniendo en cuenta sus calificaciones. No fue emocionante ser aceptado, en lo absoluto.
No estaba emocionado por mañana en absoluto.
En fin, cuando llegó el día siguiente, ingresé al aula correspondiente como alumno de tercer año. Por supuesto, me encontraba en la mejor clase de mi año, siendo compañero de excelentes alumnas como la Presidenta y Vicepresidenta del Consejo Estudiantil, al que me había unido.
No es que quiera posponer mi entrenamiento social, pero me alegró un poco no verlas cuando llegó a clases. Después de todo, ¿qué debería hacer? ¿Simplemente saludarla? ¿Y si aún no fue informada de mi ingreso al Consejo Estudiantil? Eso lo haría quedar en ridículo frente a todos. No, no sucedería.
Me senté en mi correspondiente asiento, ubicado exactamente en el centro de la clase, esperando pacientemente la llegada del maestro. En tan solo unos minutos, el aula se llenó y el maestro llegó, pero el ingreso que más lo sorprendió fue el de las chicas del Consejo Estudiantil, que lo saludaron casi de inmediato.
"Buenos días, Suzuki Ryu. Lo esperamos en la sala del Consejo Estudiantil después de clases", dijo Souna Shitori, la Presidenta, con una expresión fría y autoritaria. Alcancé a percibir como una sonrisa creció en la comisura de sus labios mientras miraba de reojo a Gremory Rias, la presidenta del Club de Investigación de lo Oculto.
"Buenos días. Sí, allí estaré", dije, sin darle mucha importancia a esa especie de ¿'enfrentamiento'? Sí, esa era una buena palabra para describir ese intercambio de miradas que tuvieron.
El resto del día ocurrió sin problemas. Nadie se le acercó, y fue incapaz de acercarse a nadie. Era nuevo en esta escuela, y el ciclo escolar ya había iniciado hace unos pocos meses, haciendo que las amistades se formen, sellando los grupos, sin abrir sus puertas a nuevos integrantes.
Bueno, sin problemas hasta que las clases terminaron: recibió un mensaje de un número desconocido.
"¡Hola, soy Amano Yuuma! ¿Me recuerdas? Creo que registré mal mi información de contacto… Por lo que no pudiste hacerme llegar tu respuesta… ¡Realmente lo siento!", decía el mensaje.
Esa chica… ¿Cómo consiguió mi número? Nadie de aquí lo tiene, solo la escuela en sí. Es realmente sospechosa. La bloquearé inmediatamente si vuelve a intentar contactarme. Y si se acerca, llamaré a la policía.
"Suzuki, ¿sucede algo?", interrumpió sus pensamientos la Vicepresidenta. Souna Shitori se había adelantado y la dejó a ella con instrucciones de escoltarme hasta la sala del Consejo.
"No, no. Estoy bien. Gracias por su preocupación"
"Entiendo. En ese caso, sígueme"
Ambos salieron del aula y pronto llegaron a la sede del Consejo Estudiantil. Shinra Tsubaki, la vicepresidenta que me escoltaba, tocó la puerta e ingresó una vez escuchó la voz de la presidenta.
Entré a la sala detrás de ella. El ambiente era pesado. Todos me miraban fijamente, de una manera sorprendentemente analítica. ¿El consejo estudiantil tiene, realmente, este tipo de ambiente? Quizás debí haberlo pensado dos veces antes de entrar…
Una de las chicas que formaba parte del consejo cerró la puerta detrás de mí. Me asustó un poco, no la había visto. Por suerte, nadie notó mi sorpresa. Con el fin de evitar más de este estilo, observé toda la sala.
Era una sala bastante espaciosa y con buena iluminación. Hay diversos escritorios ubicados por los bordes de la sala y una gran mesa rectangular alargada en el centro. Todos estaban de pie, junto a alguno de los escritorios, inclusive la chica que se acercó a cerrar la puerta. Shinra se colocó al lado derecho de la presidenta.
"Bienvenido, Suzuki, al Consejo Estudiantil", me dio la bienvenida la presidenta, que era la única que se encontraba sentada en su escritorio. Posiblemente esto último sea una manera de señalar jerarquía.
"Muchísimas gracias por aceptarme", dije haciendo una reverencia en señal de respeto. Si ella había preparado esta escena para intimidarme, era en vano. Ya sabía perfectamente las diferencias entre rangos, y no tengo ningún problema con ello. Esperaba que sea así desde un inicio, pero no de una manera tan severa.
"No se preocupe. El consejo buscaba miembros con ciertas características, y usted cumple con la mayoría de ellas", me elogió, pero aún mantenía la misma expresión de siempre. "Vayamos directo al grano, por favor. Normalmente, usted comenzaría sus actividades como todos los demás, siendo un secretario. Sin embargo, debido a sus condiciones, haré una excepción".
Por la forma en la que me observó, deduzco que la excepción no se trata de mis calificaciones, sino de mis condiciones sociales. Esto me avergüenza un poco.
"Usted comenzará como asistente de tesorería, bajo el cargo de Meguri Tomoe", explicó y levantó su mano, señalando a una de las chicas que estaba de pie junto a su escritorio, la cual dio un paso al frente.
"Ella le enseñará todo lo que sea necesario para llevar a cabo su tarea. Espero que más tarde pueda presentarse con el resto. Oh, uno de nuestros miembros no pudo asistir hoy, su nombre es Genshirou Saji. Espero que ambos puedan llevarse bien", dijo la vicepresidenta en esta ocasión, imitando las expresiones de su jefa.
"Con esto dicho… ¡A trabajar!" ordenó la vicepresidenta Shinra y todos se sentaron en sus escritorios, enfocados en sus propias tareas. Algunos salieron de la sala, mientras otros se hundieron en el papeleo. Aquellos que salieron por la puerta detrás de mí, me saludaron con un breve asentimiento.
Meguri Tomoe me observaba mientras hacía señales de que me acercara, cosa que hice.
Me armé de valor, y en cuanto llegué a estar frente a ella, me presenté primero. "Encantado de conocerte, Meguri", saludé con una leve reverencia.
"Oh, no hace falta ser tan formal, eres un año mayor que yo, después de todo", me sonrió mientras su mano bajaba y subía, invitándome a relajarme. Parece que ella es una estudiante de segundo año, mientras que yo de tercero.
"En ese caso, espero que podamos llevarnos bien", contesté, sonriendo levemente. Me alegra que pueda relajarme un poco, pero sigo algo tenso por el intercambio anterior con la presidenta, que aún se encontraba en la sala. Podía sentir su mirada de reojo.
"¡Claro!", afirmó. "Entonces… ¿Qué sabes sobre la tesorería?"
Pasaron alrededor de dos horas donde Meguri me enseñaría respecto a mis tareas personales y la ayudaba con las suyas propias. Realmente se me daba bien esta tarea, todo consistía en contabilidad y matemáticas, al menos de momento.
Con el fin de pasarse archivos de la información financiera de la tesorería, ¡incluso consiguió su información de contacto! Pero esta vez era más realista, ya que no hubo ninguna declaración de por medio ni acoso.
El sol comenzó a caer y la hora de regresar a casa llegó. Me despedí de mis nuevos compañeros del consejo, los cuales lo devolvieron agradablemente.
En su camino de regreso, se encontró con ella, de nuevo.
"¡Ryu~! ¿Por qué no respondes mis mensajes? Incluso me vi obligada a venir aquí", se quejó, haciendo un pequeño puchero.
Ya, en serio, esto realmente lo asustaba. Decidí ser directo con ella.
"Amano, realmente lo siento. Pero no tengo intenciones de comenzar una relación en este momento. Lamento no haber tenido el valor para rechazarte desde un primer momento…", me disculpé y le expliqué la situación, realmente avergonzado.
"Así que… ¿No quieres salir conmigo?", bajó la mirada, su flequillo, ocultaba sus ojos. Su tono de voz se volvió más bajo.
"No, no quiero", dije firmemente. No quiero herir sus sentimientos, pero debo ser firme con ella y no dejar espacio para malentendidos. Ella es una persona algo poderosa para poder conseguir toda mi información en tan solo un día (sería más aterrador si no fuese solo un día).
"Ya veo…", murmuró, su tono de voz se hizo más oscuro. Ella levantó la mirada, sus ojos tenían una mirada aguda y filosa, sus labios una gran sonrisa. "Entonces, ¿morirías por mí?"
"¿Disculpa?", pregunté, creyendo haber oído mal.
"¡Qué mueras, maldito bastardo!", gritó ella, su expresión se volvió alocada. Pero eso no fue lo único loco: un par de alas emplumadas negras salieron de su espalda y comenzaron a flotar en el aire. Su ropa brilló y desapareció, pero rápidamente fue reemplazado por un conjunto BDSM.
No entendía qué estaba pasando, pero estaba aterrado. Un profundo sentimiento dentro de mí me gritaba que huyera lo más rápido posible, pero mis piernas estaban paralizadas.
"¿Q-Qué está pasando?", escapó de mis labios la pregunta del millón. ¡Alas! ¡Ella tenía alas y estaba volando!
"Lo que sucede es que, además de ser sido maldito por Dios, eres una basura de persona. Así que te mataré", dijo con una sonrisa sádica, un rayo de luz se creó en sus manos.
Nunca antes me consideré una buena persona, pero tampoco me he considerado como una mala antes. Hago lo que sea para descansar apropiadamente, y trato de involucrarme en mis asuntos. Sin embargo, trato de ser considerado a mí manera. No quiero morir aquí.
El ser alado embistió contra mí, pero… Parecía moverse tan lento…
Me tranquilicé un poco y di unos pasos hacia atrás. Luego, el ser alado volvió a acelerar. Un gran cansancio se apoderó de él.
Una explosión resonó donde había estado de pie anteriormente. El lugar estaba destruido.
"¿Qué? ¿Cómo te moviste tan rápido?", preguntó sorprendida Amano Yuuma. Pero ella no esperó ninguna respuesta y volvió a embestir contra él.
Yo… Solo quiero ir a casa. De repente, allí estuvo. Acostado sobre su cama.
El cansancio que sentía solo creció, tanto que lo reclamó en el reino de los sueños.
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Mientras Suzuki Ryu dormía cómodamente en su cama, el ángel caído Raynare, mejor conocida como Amano Yuuma, se encontraba estupefacta.
"Ese maldito humano…", murmuró. No había evitado su ataque dos veces, sino que incluso desapareció completamente. "Debe ser su Sacred Gear…", concluyó. Suzuki Ryu debía ser eliminado esta noche, era un peligro potencial para los planes de su señor Azazel.
La barrera que anteriormente Raynare colocó se rompió repentinamente y se formó una nueva. Esta reformación incluyó dos grupos nuevos allí dentro: estos eran los miembros del Club de Investigación de lo Oculto y el Consejo Estudiantil.
"Rias Gremory… ¿Qué estás haciendo aquí?", preguntó Sona Sitri, mientras se acomodaba las gafas. Realmente no podía creer el descaro de su rival. Conocía su situación, y sabía que necesitaba miembros fuertes para su nobleza en poco tiempo, pero ella también quería aumentar sus fuerzas, y Suzuki Ryu pidió exclusivamente unirse a su consejo estudiantil.
"Solo vengo a eliminar un ángel caído, ¿por qué preguntas, querida Sona?", respondió Rias Gremory. Todas las conjeturas de Sona eran correctas, pero Rias necesitaba que Suzuki Ryu se uniera a ella y no a Sona. Haría cualquier cosa para que eso sucediese, incluso jugar realmente sucio.
"Ya veo", por supuesto, Sona conocía la verdad, y Rias sabía que Sona lo hacía.
En cuánto al ángel caído mencionado, fue realmente ignorado por los dos grupos. Ambos buscaban al joven que se suponía que debía estar aquí, posiblemente muerto.
Parecía que Rias Gremory había descubierto que el método de permitir que asesinen a tus objetivos y luego revivirlos era realmente eficiente. Sona opinaba igual, pero prefería otro tipo de métodos más respetuosos por la forma en la que maneja a su nobleza. Pero, casualmente, Rias no mencionó que aún no había acabado con los ángeles caídos hasta hace unos minutos, que abandonó su reunión excusándose que tenía un asunto que atender. Otra gran casualidad fue que Rias desapareció al mismo tiempo que recibió un reporte de un ángel caído cerca de Suzuki.
Sona esperaba analizar un poco más a su nuevo asistente de tesorero antes de invitarlo a unirse. Él era realmente inteligente y tenía una Sacred Gear, por lo que sería una buena adición, pero su rival la estaba obligando a hacer su jugada de una manera más agresiva.
Ahora… ¿Dónde estaba él?
Raynare tendría que responder algunas preguntas.