Parte 1
Cada vez que cerraba los ojos, él estaba ahí, observándolo.
No sabía si era un sueño, una visión, o algo mucho más inquietante, pero la imagen se repetía cada noche, sin falta. Una presencia vasta, insondable, que lo miraba con la intensidad de un cazador estudiando a su presa.
Desde que tenía memoria, lo veía. En sueños, pesadillas, a veces simplemente en momentos de quietud, como si esperara que su mente se rindiera para manifestarse. A veces lo acechaba desde las sombras; otras, su figura emergía con una claridad aterradora. Era como un guardián silencioso… o un verdugo, aguardando el momento perfecto para actuar.
Pero esta vez fue diferente.
Esta vez, lo vio con más detalle que nunca.
Frente a él, una criatura colosal se alzaba, imponente, de más de cincuenta metros de altura. Su silueta era un monstruoso híbrido entre lo divino y lo demoníaco, una aberración imposible de existir en este mundo o en cualquiera.
Sus ojos recorrieron la monstruosidad con una mezcla de fascinación y terror. La mandíbula alargada, parecida a la de un cocodrilo, estaba llena de colmillos afilados como cuchillas. Los ojos... dos esferas blancas y brillantes, que parecían perforar su ser con cada parpadeo.
Un escalofrío le recorrió la espalda al notar los dos cuernos grises que sobresalían de su cabeza, curvándose hacia atrás, como si fueran una extensión de su monstruoso ser. Luego, las alas, desplegadas a ambos lados con una majestuosidad que desbordaba todo sentido: alas negras, tan grandes que podían envolverlo entero y tragárselo en la oscuridad.
Y sobre todo, lo que flotaba sobre su cabeza: un halo resplandeciente, que le daba un aire de deidad caída.
La criatura exhaló. Un susurro vibró en su mente, profundo y perturbador.
"…Un ángel dragón."
Las palabras surgieron en su mente antes de poder contenerlas, y cuando las oyó, una sensación de terror indescriptible lo invadió. Sonaba ridículo, absurdo, pero no había otra forma de describirlo. Lo que estaba viendo no era de este mundo.
La bestia movió la mandíbula, y su voz resonó como un eco distante en su mente, pesada, como si viniera de algún rincón oscuro y olvidado del universo.
—Nos volveremos a ver, Kamisato Ryuji.
No fue un grito. No fue una amenaza. Fue un susurro que se sintió más amenazante que cualquier rugido, algo tan profundo que penetró su alma.
Un escalofrío recorrió su cuerpo. Instintivamente, llevó la mano al pecho, aferrándose a su sudadera, sintiendo el latir rápido de su corazón.
El dragón sabía su nombre.
Y eso significaba que esto no era solo un sueño.
Parte 2
—Oye... ¿Estás bien?
Todavía con el eco de aquella voz resonando en su mente, Ryuji parpadeó y levantó la cabeza.
Frente a la puerta de su pequeño departamento, su mejor amigo lo observaba con una expresión de preocupación.
Por un momento, no supo qué responder. Aún sentía el peso de aquella mirada sobre él, como si la visión del dragón hubiera dejado una marca imborrable en su alma.
Pero conocía a su amigo. Si no le respondía, no lo dejaría en paz.
Soltó un largo suspiro, pasando una mano por su cabello despeinado.
—No es nada grave... —murmuró—. Solo una pesadilla que me despertó en medio de la noche.
Se estiró, tratando de sacudir la tensión de su cuerpo. Sin embargo, aunque sus palabras sonaban tranquilas, en su interior, sabía la verdad.
Aquello no había sido una simple pesadilla.
Era un presagio.
—¿Qué haces aquí, Shu?
Su amigo pareció dudar por un instante, como si estuviera eligiendo sus palabras con cuidado.
—...Jeje... sobre eso... —Rascándose la mejilla con aire culpable, respondió—. Vine para pasar tiempo contigo.
Ryuji arqueó una ceja.
—¿En serio? ¿O solo porque tu novia se fue de la ciudad a visitar a sus padres y no quieres estar solo?
Shu levantó las manos en una señal de rendición.
—Me atrapaste.
1 de julio, el primer día de vacaciones de verano en Kokuryū, un mes entero en el que los estudiantes aprovechan para ir a la playa, viajar con su familia o simplemente pasar el tiempo encerrados en casa.
Ryuji no tenía novia, y sus padres, junto a su hermana menor, se habían ido de vacaciones a París, un viaje que habían planeado desde el año pasado.
Menos mal que ya soy mayor de edad, o habría tenido que ir con ellos.
Con una sonrisa, recordó que cumplió 18 años en noviembre del año pasado, lo que significaba que ya era un adulto con sus propias responsabilidades, aunque aún estaba en su último año de preparatoria.
—Oye, Ryuji. —Caminando hacia la sala de su departamento, Shu se dejó caer en el sofá y encendió la televisión—. ¿Cómo te fue en los exámenes físicos?
Ryuji soltó un suspiro de derrota mientras caminaba hacia la cocina, que estaba al lado de su pequeña sala. Su departamento era compacto, con el dormitorio, la cocina y la sala compartiendo un mismo espacio.
—Me fue... normal. O eso creo. —Recordando su calificación en su examen, una sonrisa se formó en su rostro —Y tu, ¿Cómo te fue con tu control Psíquico?
—Si... Sobre eso...Casi termino botando el auto encima de nuestro Sensei.
Relajándose en el sofá, Shu giro su cabeza para mirar a su mejor amigo con una sonrisa.
—Se que acabo de llegar, pero aún así lo diré. ¿Quieres salir para desayunar afuera?
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Ryuji y Shu estaban sentados en una banca del parque, observando la ciudad iluminada por los hologramas publicitarios que flotaban en el aire. Era un paisaje cotidiano en Ryūgū, la capital de Kokuryū.
Shu lanzó una piedra pequeña que estaba rodeada por la servilleta de su empanada que acababa de comer contra el suelo, haciéndola rebotar antes de perderse en la hierba.
—Oye, Ryuji. ¿Por qué entraste a este instituto?
—¿Por qué lo preguntas?
—Siempre te quejas de la preparatoria, además. Ni siquiera te esfuerzas en mostrar tus habilidades.
Ryuji se encogió de hombros.
—No me gusta hacer tareas, y tampoco es que tenga un talento que mostrar además de mi fuerza.
—Vaya respuesta. ¿Y qué harás si alguien decide meterse contigo?
—Depende de quién sea.
Shu soltó una risa seca.
—Tienes confianza, ¿eh? Aunque no es raro aquí. Todos los que entramos en estos institutos estamos aquí para lo mismo: aprender a controlar nuestras habilidades y vivir sin que el mundo nos vea como una amenaza.
En Kokuryū, las Singularidades Humanas no eran algo que la sociedad común aceptara fácilmente. Por eso existían estos institutos, lugares donde aquellos con poderes podían estudiar y desarrollar sus habilidades sin llamar la atención del mundo exterior. No había obligación de asistir a uno en específico; cada quien elegía el que mejor se ajustara a su estilo de vida.
Algunos buscaban prestigio, otros poder, y unos pocos, como Ryuji, solo querían pasar desapercibidos.
—No te interesa destacar, pero tampoco pareces asustado de usar tu habilidad —comentó Shu.
—No tengo ninguna habilidad llamativa.
Shu entrecerró los ojos.
—Eso es mentira ¿Que hay de tu increíble fuerza?.
—La última vez que use mi fuerza fuera de la preparatoria casi te rompo el brazo derecho ¿No recuerdas?
—Cierto, cierto...
El silencio entre ambos se extendió unos segundos hasta que Shu se levantó y estiró los brazos.
—Bueno, dejando de lado todo esto ¿Vamos a salir está tarde?
—¿Esta tarde?
—Como en los viejos tiempos, salir a hacer tonterías y hablar sobre "Los 7 misterios de Kokuryū".
Ryuji sonrió de lado.
—¿En serio crees en eso?
—Vamos, ¿O acaso te volviste un amargado?
Con una sonrisa desafiante, Shu se cruzó de brazos.
—Esta bien, está bien. Primero volvamos a mi departamento, ya que aún son las 9 de la mañana.
Parte 3
Este día no fue para nada cansado, pero fue divertido como para querer salir otra vez con su amigo y volver al Arcade y romper el empate que siempre hay entre ellos.
Luego de salir del Arcade fueron a un cine para ver una película de terror con la competencia de "el que le miedo primero pierde", al final fue más de risas que terror, después fueron a comer en un centro comercial y cada quien pago lo suyo, y por último, en ese mismo centro comercial solo caminaron mientras veían los nuevos videojuegos que salieron este mes.
—Eso fue más divertido de lo que pensé.
Caminando por un parque lleno de árboles, Kamisato Ryuji llevo su mano izquierda hacia su único bolsillo de su sudadera con capucha de color negro.
Pudo sentir su celular, algo que siempre lo alivia al pensar que en cualquier momento se le puede caer y perderlo para siempre.
Mientras caminaba de regreso a su departamento, aprovecho para comprar dos panes y una lata de bebida para su cena. Ryuji no era alguien que pidiera mucho, él está satisfecho con lo poco que tiene.
Con su bolsa de alimentos en su mano derecha, no detuvo su caminata ni siquiera por un segundo, él quería llegar lo más rápido posible para ver su serie favorita.
«¿Cómo estarán?...»
Por su mente, una imagen de su familia le hizo detenerse en medio del parque rodeado de árboles. El sentimiento de arrepentimiento lo abordo por no ir con ellos y pasar más tiempo juntos, pero él quería tiempo para él solo.
«Tal vez en las vacaciones de invierno vaya con ellos»
Convencido por sus pensamientos, reanudó su caminata hacia el centro del parque, donde había una fuente de agua, el primer monumento que se construyó en el lugar, marcando el centro del parque.
En si, no había ningún material o objeto que llamará la atención de Ryuji, pero si hubo una persona que llamo su atención.
«¿Una niña?»
La confusión lo inundó al ver cómo una chica de baja estatura se encontraba sentada en el borde de la fuente de agua, y lo más raro, era que ella lo observaba con esos ojos celestes como cielo por el día.
Ryuji se quedó quieto en su lugar, cerrando sus ojos y pensando en que debería de hacer.
«Hay una niña sola en medio de la noche en un lugar peligroso para cualquiera de su edad, ¿Que hago?»
Él sabía que tenía su celular, fácilmente podía llamar a las autoridades y que ellos se hagan cargo, pero ellos solo respondían a amenazas o cuando alguien rompe una ley, además....
«Tal vez sus padres estén cerca y por eso se ve tan confiada de estar en un lugar como este»
—Eto...Oiga, señor...
Los ojos de Ryuji se abrieron al escuchar la voz de alguien tan cerca de él, y lo primero que vió fue la fuente de agua en la que anteriormente estaba aquella chica sentada, pero ahora no se encontraba en aquel lugar.
Sorprendido, bajo su mirada, y la vio nuevamente, la chica que estaba sentada en la fuente de agua ahora estaba de pie en frente de él.
Fue tanta la sorpresa que casi soltó la bolsa que agarraba, y estuvo tentado a dar un paso hacia atrás, pero se detuvo con el pensamiento de: «Estuve tan metido en mis pensamientos que no escuché sus pasos.
No queriendo parecer alguien sospechoso o irrespetuoso, se recompuso y dió una pequeña sonrisa.
—¿Que pasa?
Ahora que tenía a la chica en frente de él, pudo apreciar bien la figura de la chica de baja estatura, su cabello rubio que parece brillar incluso por la noche, sus ojos celestes que parecen ver su alma, su ropa de una sacerdotisa de color blanco, y...
«¡Esto no es normal!»
Lo que realmente era sorprendente para el hombre, era lo enorme que era el pecho de aquella chica.
«¡Es imposible que ella sea una niña! ¡¡Su pecho dice todo lo contrario!!»
La chica observaba confundida al hombre que tenía en frente, pues en un momento su cara demostraba sorpresa, pero prefirió dejar de lado eso y enfocarse en lo que ella considera importante.
—¿Me puede ayudar, señor?
—¿Que?
La pregunta de la chica lo hizo volver a la realidad, como si lo hubieran golpeado en la cabeza para reiniciar su cerebro.
Ryuji no quería meterse en problemas con las autoridades por estar con una chica que parece ser menor de edad por la noche en un lugar solitario.
«¿Será que peleó con sus padres?»
Con ese pensamiento, él estaba dispuesto a ayudar a llevarla con sus padres y así seguir su camino hacia su departamento.
—Por supuesto, ¿En qué te puedo ayudar?
Los ojos de la chica se iluminaron al escuchar la respuesta del señor desconocido, y una sonrisa apareció en su rostro.
—Quiero....
—¡¡YAEEEEE!!
Antes de que la chica pudiera seguir hablando, un fuerte grito que provino desde el otro lado de la fuente de agua detuvo sus palabras y llamo la atención de Ryuji.
Levantando su mirada, Ryuji logro visualizar a un hombre que se acercaba felizmente hacia ellos dos.
—¿Lo conoces?
Para la confusión de Kamisato, no recibió una respuesta verbal, pero si física, ya que la chica con enormes atributos se oculto detrás de él mientras agarraba su ropa con fuerza.
Antes de que pudiera decir algo más, el hombre que había gritado ya se encontraba en frente de él, a tres pasos para sentir la respiración del otro.
—Yae, que bueno que te encontré, nos preocupaste a todos.
La voz del hombre solo hizo que Ryuji se confundiera más de lo que ya estaba.
«¿Él es su padre?»
Por más que lo miraba, no podía encontrar ninguna similitud entre ese hombre y la chica a la que llama Yae.
—Perdon por interrumpir su felicidad, pero... —Dudando en sus siguientes palabras, Ryuji se mordió la lengua para no dar un paso hacia atrás —¿Usted es su padre?
Primero que nada, él tenía que verificar si es algún familiar de la chica y luego sacar conclusiones.
El hombre que aún mantenía su sonrisa, llevo su mano derecha hacia su cabeza y dio una sonrisa torpe.
—Jejeje...Creo que me deje llevar por la emoción. Y respondió a tu pregunta, Si, si soy su padre.
Aún que Ryuji no tenía manera de confirmar si el hombre que tenía en frente decía la verdad, tampoco tenía manera de confirmar que él este mintiendo.
Ryuji quería seguir hablando, pero inesperadamente sintió como la chica oculta detrás de él pegaba su cara con su espalda, mientras el agarre a su ropa se volvía más fuerte.
Un dilema interno golpeó a Ryuji, ahora tenía que confiar en una de estas dos personas, pero solo por edad, él ya sabía en quien debía confiar.
—¿Está seguro de que es su padre? ¿Por qué ella parece tener miedo de usted? —Ryuji estaba preparado para llamar a la autoridades, aún que debe de estar atento ya que él no cree que ese hombre le deje hacer eso
—Hemos tenido muchos problemas como familia, soy un padre ausente que quiso recuperar el tiempo perdido con su hija y esposa, pero ella huyó.
—*Sniff*
La explicación del hombre no convenció para nada a Ryuji, ya que él sollozo de la chica parece que de alguna manera era una contradicción a sus palabras.
«¿Este tipo tendrá alguna singularidad? Aún que de algún modo podría explicar el aumento en el busto de esta chica»
Ryuji lo sabía, en este país que se tuvo que crear para personas como él, ayudar y puedan tener una vida tranquila. En este mundo la ciencia se vio obligada a mejorar para contener a personas que usan su singularidad de mala manera.
—Déjeme aclarar que yo también tengo una singularidad, y por ley puedo usarlo para defenderme.
Con esas palabras, el hombre puso sus manos en frente como si quisiera detener algo que fue disparado hacia él.
—¡Wou, wou! no quiero pelear, solo vine para llevarme a mi hija.
Un debate interno hizo dudar a Ryuji, en si debería entregar a la chica o llamar a las autoridades para que hagan una pequeña investigación sobre si este hombre abusa de la chica.
—Por la reacción de su hija, no me trae mucha confianza.
La sonrisa del hombre se desvaneció como una pisada en el desierto, ahora se mostraba serio y decidido en sus siguientes acciones.
—Te pediré amablemente que me devuelvas a mi hija, o me veré obligado a usar la fuerza.
Con esa amenaza, Ryuji supo que ese hombre no era para nada amable, y eso confirma que en realidad le hace algo a la chica.
«¿Tendrá alguna habilidad que pueda modificar el cuerpo? Eso es lo único que explica el cuerpo de esta chica»
Sabiendo esto, Ryuji se sintió confiado en poder derrotar al hombre que lo amenazó.
Ambos adultos de diferentes edades se quedaron en silencio, mientras los sollozos de la chica eran lo único que se podía oir en esta oscura noche.
—Esta bien, tu me obligaste a hacerlo.
Ryuji espero pacientemente el golpe del hombre, pero para su confusión, ese hombre levanto su mano izquierda hacia enfrente, como si quisiera dar una orden a un ejercicio para avanzar.
Inesperadamente, en su mano extendida se fue formando un círculo que brillo de color azul con un extraño símbolo en el centro. Los ojos de Ryuji solo mostraron confusión al ver lo que se había formado en la mano de su oponente.
«¿Será alguna ilusión para asustarme? ¿Pero entonces eso descarta la idea de que tenga alguna habilidad que pueda modificar el cuerpo humano?»
Antes de que Ryuji se pudiera seguir pensando, tuvo que mover su cabeza hacia un lado mientras sentía un viento pasando a su lado, como una ráfaga de color anaranjado.
¡¡Buuum!!
El sonido de una explosión y la onda expansiva tomo por sorpresa a Ryuji, que tuvo que mirar hacia atrás para ver qué fue lo que ocurrió. El camino en el que anteriormente estaba caminando junto al bosque se encontraba totalmente en llamas, y un gran muro de fuego opacaba su vista para ver más allá del camino de concreto.
—¡Cuidado!
Antes de que pudiera reaccionar, sintió como lo tiraban hacia atrás y cayó al suelo de trasero mientras volvía a sentir aquella ráfaga pasar por encima de su cabeza.
Aturdido y sorprendido, giro su cabeza para poner toda su atención en el hombre, pero ahora varios círculos que brillaban de color azul estaban detrás de ese hombre.
Sin tiempo para decir o pensar algo, se puso de pie y rodeo a la chica con su brazo por su pequeña cintura y saltó hacia el lado izquierdo, a la vez que otras tres bolas hechas de fuego golpeaban con fuerza el lugar en donde estaba anteriormente.
—Eso estuvo cerca.
El salto de Ryuji no fue para nada normal, ya que si no fuera por su capacidades físicas superiores entonces no hubiera sobrevivido a ese tercer ataque.
Exactamente, nada en este país era normal, un país creado para contener a personas como ellos y enseñarles a controlar sus habilidades y no lo usen para el mal, pero no todos están conforme con eso.
«¡Pero eso no es una singularidad científica!»
Ryuji entró en pánico por unos segundos, ya que su mente no logro procesar por todo lo que estaba pasando.
«¡Si ese hombre controla el fuego, tendría que haber sentido el calor subiendo!» Ryuji volteo a ver al hombre que ahora sonreía con un poco de arrogancia «No creo que ese tipo sea alguien normal»
Trago saliva, ya que el calor que ahora sentía por culpa del fuego no ayudo para nada a tranquilizar sus nervios.
—Señor...
Como si un angel hubiera bajado para ayudarlo, la voz de la chica llegó a sus oídos y los nervios que lo atormentaban desaparecieron.
—¿Yae, verdad? —Con un asentimiento de parte de la chica, él siguió hablando —Quiero que te vayas y llames a la policía para que detengan a este hombre.
Sin quitarle de vista al hombre que manipulaba el fuego, Ryuji dió su orden para no poner en peligro la vida de una chica tan joven.
Cómo antes, no recibió una respuesta, pero logro escuchar las rápidas pisadas que dio a entender que la chica llamada Yae ya se fue del lugar.
—Si yo fuera tu, no confiaría en esa niña.
Las palabras del hombre fueron completamente ignoradas por Ryuji, haciendo aparecer una sonrisa retorcida en el rostro del hombre.
—No creas que te dejare con vida, esa chica es demasiado importante.
En ese momento, el cuerpo del hombre fue rodeado de fuego y dos cuernos hechos de fuego aparecieron en su frente, y como si fuera una daga de fuego que salió de su palma, termino atacando de frente.
Una cosa como la "evasión" era una buena opción en este momento, pero Ryuji no quería tomar esa opción.
De todas maneras sería ridículo esquivarlo y que la daga de fuego terminó quemando otra parte de los árboles del parque.
*¡Boom!* la explosión estalló, un momento después.
Para proteger su corazón, extendió su mano derecha de inmediato, que se enfrento con la daga de fuego y también hizo su lucha interna. El ataque se dispersó en todas direcciones como chispas, que a su vez fueron desapareciendo en el aire.
Los ojos del hombre se abrieron de sorpresa.
—¡¿Cómo sigues vivo?!
Lamentablemente, el hombre no recibió una respuesta.
La temperatura del fuego era tan alta, y esparcida por los alrededores, tenía el poder de quemar está pequeña zona del parque que no era para nada pequeña, pero a pesar de eso, Ryuji, que recibió un golpe directo, no tenía la mano derecha desecha, ni tenía incluso una sola quemadura.
La mano derecha de Ryuji voló el ataque de fuego del hombre que tenía la temperatura suficiente como para derretir un vehículo, incluso fue lanzado a una velocidad comparada a una bala.
—¿Que fue lo que pasó? ¡Me tomé la molestia de investigar a todos los estudiantes sobre su habilidad, y se muy bien que tú no tienes inmunidad al fuego.
Ryuji no tuvo el animo de responder a los murmullos del hombre.
-Tu deberías tener una fuerza, resistencia, velocidad y reflejos superiores a las de un humano, esa es tu habilidad ¡es imposible que tengas otra singularidad!
—Hay ocasiones en las que pienso igual que tú, pero aún así sigo siendo alguien "débil".
Decir que Ryuji es débil, es como decir que el fuego no quema, pero lo dice más porque él no sabe pelear, así que en un combate cuerpo a cuerpo es completamente inútil, es algo que la preparatoria no enseña.
Sin embargo, este también se dispersó en distintas direcciones y desaparecieron en el momento en que se estrelló en la mano derecha de Ryuji. Era como golpear un globo con agua con una aguja.
«Kami no Kōsei» Aquel pensamiento paso por la mente del hombre rodeado de fuego
Si el ataque venía del poder de los "extraños talentos y singularidad", entonces esta extraña habilidad, incluso si era el poder divino de un dios, lo negaría sin ningún problema, o eso creía él.
Si el poder de ese hombre también tenía relación con las singularidades científicas, entonces no le sorprende para nada que el fuego desapareciera.
Sin embargo el Kami no Kōsei de Ryuji sólo funciona en el poder de los talentos extraños. En pocas palabras, tal vez lo protegió de la bola de fuego, pero no podía protegerlo de los fragmentos de concreto que la bola de fuego enviara. Está extraña habilidad estaba en todo su cuerpo, si la bola de fuego golpeaba cualquier otro lugar, sin duda desaparecería.
Aún que le tiren escombros, él con su fuerza y velocidad podría esquivarlos y devolverlos, incluso destruirlos.
¿Una buena combinación entre negación y fuerza?
«Desearia pensar que soy invencible, pero no lo soy»
Por la mente de Ryuji pasaron imágenes de él siendo derrotado de diferentes maneras, como; ahogado, superado en número de personas, y siendo tirado desde el cielo.
Con el corazón acelerado, Kamisato intentó desesperadamente tranquilizarse con una sonrisa adulta.
—Por favor, solo date por vencido.
Asi fue como Ryuji termino está noche de una manera extraña e inesperada.
—No creas que me dare por vencido así de fácil.
Si, Ryuji ya sabía que iba a pasar.