—No te preocupes, Papá —dije rápidamente, acomodándome en la cama. Él se sentó a mi lado.
—¿Qué te trae por aquí? —pregunté, tratando de parecer confundida.
—Te dije antes que necesitábamos hablar sobre algo importante. ¿Ya lo olvidaste? —Sus ojos se fijaron en los míos, su tono serio.
—Oh, cierto. ¡Ahora recuerdo! —Forcé una sonrisa, tratando de ocultar mi inquietud. No podía dejar que viera lo preocupada que estaba por lo que Mona había dicho antes.
—¿Estás segura de que estás bien? —preguntó, su voz ahora más suave, como si pudiera sentir que algo no estaba bien. Su expresión preocupada dejaba claro que quería que me abriera.
—Estoy bien, Papá. Hablemos de por qué estás aquí.
—Está bien, querida —Suspiró—. ¿Has oído sobre el compromiso entre Alfa Derrick y Mona siendo pospuesto?
—Sí, me enteré cuando estaba en el hospital. Pero, ¿por qué fue pospuesto de repente?